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Curiel sospecha que la policía no ha borrado las fichas políticas

Enrique Curiel, el que fuera vicesecretario general del PCE y hoy director de la Fundación Europa, próxima al PSOE, ha manifestado su sospecha de que los antecedentes policiales y penales de dirigentes políticos de la oposición franquista siguen sin ser borrados de los ordenadores de la policía, pese a las afirmaciones hechas en tal sentido de los sucesivos ministros del Interior.Un incidente sufrido el pasado domingo en el control de pasaportes del aeropuerto de Frankfurt (RFA) le hace temer a Curiel que dichos antecedentes, que tendrían que haber sido anulados por mandato de la ley de Amnistía de 1977, figuran también en los ordenadores de la Interpol.

Curiel, que regresaba de un curso celebrado en Berlín, dejó su billete de avión y su pasaporte al también catedrático de la Complutense Celestino del Arenal para que le hiciera el trámite de paso de frontera, mientras él realizaba algunas compras. Cuando el agente tecleó el nombre de Curiel en el terminal "salió algo en la pantalla, ya'que el policía consultó con un compañero, y, a continuación, descolgó el teléfono y estuvo hablando un par de minutos con alguien del control central", relata Celestino del Arenal, que es profesor de Relaciones Internacionales de la Complutense.

Al cabo de la consulta, cuyo contenido no puede precisar Del Arenal por desconocer el alemán, el policía selló el billete de su compañero. En opinión de Curiel, este suceso revela que su ficha política del franquismo, además de seguir figurando indebidamente en el ordenador de la policía española, conocido por el nombre de Berta, está también integrada en los archivos informatizados de la Interpol. "Si lo primero me perece grave, lo segundo excede cualquier calificación. Es una triste gracia", señala el ex dirigente comunista, que en febrero de 1984 fue retenido en el aeropuerto de Barajas durante 45 minutos por el mismo motivo.

Aquel incidente provocó una fuerte reacción de todos los partidos contra el Ministerio del Interior, dirigido entonces por José Barrionuevo, y permitió descubrir que, tres años después de promulgarse la ley de Amnistía, se introdujeron en el ordenador de Interior las fichas penales y policiales de numerosos políticos antifranquistas.

Enrique Curiel ha confesado su impotencia ante esta situación. "Ya casi me considero vencido. Si después del follón que se organizó hace seis años no ha pasado nada, no se me ocurre qué otra cosa puedo hacer".

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