Un general cubano 'molió' a abrazos a Fernández Ordóñez

La cena que ofreció Alberto Fujimori, el sábado por la noche (madrugada en España), a los jefes de delegación que asistieron a su toma de posesión como presidente de Perú dio pie a una curiosa escena de efimera reconciliación hispano-cubana, según informa José Comas desde Lima. El protocolo peruano sentó al representante de Fidel Castro, el general Juan Escalona, presidente de la Asamblea del Poder Popular justo enfrente del ministro español de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez.

La proximidad entre ambos comensales y la intoxicación etílica del general suscitó curiosidad entre los demás invitados. Lejos de agredir verbalmente a su vecino español, Escalona, el fiscal que pidió y obtuvo la pena de muerte para el general Arnaldo Ochoa, se dedicó a ensalzar a gritos la amistad entre España y Cuba y a peguntarse cómo había podido "suceder esto" entre países hermanos. Cuando se levantó abrazó reiteradamente a Fernández Ordóñez y le dijo que no se atrevía a regresar a La Habana y decir al comandante (Castro) que no había estrechado en sus brazos al canciller español.

Fernández Ordóñez dio a entender ayer que la crisis de los refugiados va para largo, y se fue de vacaciones a su casa de Santa Pola, en la costa alicantina. De regreso de Lima declaró en el aeropuerto de Barajas que el conflicto con Cuba "puede durar, y tenemos que tener paciencia, serenidad y dialogar", informa Ignacio Cembrero.

Identidad del refugiado

Filiberto Sánchez Rodríguez es el nombre del joven cubano de 25 años, residente en el 356 de la calle de Pérez del barrio de Luyanó, de La Habana, que el 13 de julio fue sacado a la fuerza por la policía del recinto de la Embajada de España, donde se había refugiado, según informó el sábado La Vanguardia y confirmaron ayer fuentes diplomáticas. Sánchez está detenido en el centro de interrogatorios de la policía política de Villa Marista, y su madre, Lidia Rodríguez Martínez, y su hermana le encontraron muy desmejorado.Cuando se le preguntó por qué España no pidió al régimen de Fidel Castro que el refugiado le fuese devuelto o por qué no solicitó por lo menos que el cónsul español fuese autorizado a visitarle, Fernández Ordóñez contestó que se ignoraba su identidad. Al día siguiente del incidente, el embajador de España, Antonio Serrano de Haro, expresó a la cancillería cubana su "preocupación e interés por la suerte del ciudadano cubano", y poco antes de regresar a Madrid informó a su ministro de la identidad del joven, citando, sin embargo, "fuentes no del todo fiables".

La Unión Soviética es en parte responsable de que Cuba mantenga su línea dura y no desee reformar a fondo el régimen imperante en esa isla del Caribe, escribe un comentarista del órgano del partido comunista, Pravda, tratando de justificar a ese país ante la gran cantidad de críticas que hoy se le hacen en la URSS, según informa Rodrigo Fernández desde Moscú.