Algo para troncharse de la risa
A Ígor Gladun, director de la mina Polosujinskaya, de Novokuznetsk, que tiene una plantilla de 1.900 mineros, la declaración programática aprobada por el 282 Congreso del PCUS le produce un imparable ataque de risa.Gladun, miembro del PCUS desde 1975, ha sido el primer director de mina de la zona que ha anunciado ya en la televisión local su intención de marcharse del partido.
Sentado tras la mesa de su despacho, interrumpido constantemente por obreros que reclaman una cosa u otra, Gladun agita,en el aire el ejemplar del diario Pravda donde se publicó la deciaración programática y lee entre carcajadas. "Mire, mire lo que escriben sobre sí mismos. Sólo por esto habría que clausurar el partido". "La dictadura ejercida por la élite partidista-estatal en nombre del proletariado", lee Gladun, "engendró nuevas formas de alienación del hombre, de la propiedad y del poder, condujo a la arbitrariedad y la ilegalidad. La naturaleza se explotó de forma depredadora. Imperó el dogmatismo, que engendró intolerancia hacia quienes pensaban de otro modo...". "Después de esto", exclama Gladun, "podrían haberse ahorrado el resto del programa, pero ellos, como si nada, como si nada, continúan hablando de la renovación del socialismo".
'Se busca'
Gladun habla ya del PCUS, de sus decisiones y proyectos, en tercera persona. El ha hecho su opción. "Hay que participar y definirse. Yo decidí que en la próxima huelga estaré con los trabajadores. En la última estuve un poco al margen. No me atrevía a pedir en voz alta que el Gobierno [soviético] se retire. Ahora voy a decir a todos que estoy por el cese del Gobierno. Tal vez sus miembros personalmente no son culpables. Es el sistema, pero que vengan otros y elaboren un nuevo mecanismo". Lo que más teme el director en este momento es la búsqueda de culpables. "Temo que van a echarle la culpa a quien no la tiene y que van a cortar cabezas equivocadas, porque la historia de nuestro Estado está marcada por la sangre y la persecución. Vea, vea lo que han escrito los comunistas sobre sí mismos", dice agitando los documentos del 28º Congreso.
"No veo perspectiva. Pospuse la decisión de salir del partido hasta el congreso esperando a que hubiera una decisión radical", dice Mijaíl Deinekov, con 12 años de militancia. "El partido comunista no es el partido de la clase obrera. En el futuro no veo otro partido, sólo el movimiento obrero por sí mismo".
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