El embajador pidió protección y se fue de vacaciones

El embajador de España en Cuba, Antonio Serrano de Haro, advirtió hace dos semanas del incremento de la tensión en la isla y pidió que fuesen enviados a La Habana miembros del Grupo Especial de Operaciones (GEO) para proteger la sede diplomática. A pesar de esta previsión, el jefe de misión español solicitó un permiso de cinco días, que le fue concedido, según reconoció ayer el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez.El jefe de la diplomacia española restó importancia a la ausencia de Serrano de Haro. "La petición del embajador era a medio plazo o estructural", añadió, dando a entender que aunque en sus telegramas solicitaba una custodia, tampoco preveía un peligro inminente.

Serrano de Haro, que dentro de poco se hará cargo de la Embajada en Estocolmo y será sustituido por el embajador en Argel, Gumersindo Rico, obtuvo autorización para trasladarse a España durante la semana pasada. Su propósito era asistir al festival de habaneras de Calella de Palafrugell, en donde se interpretó una canción de cuya letra es autor, dedicada a su difunta esposa, Helena. La ausencia de Serrano de Haro coincidió con el permiso reglamentario de que disfrutaba entonces su segundo de a bordo, Ignacio Rupérez. Al frente de la Embajada quedó el número tres, Fidel Sendagorta.

Fue necesario, según fuentes diplomáticas, que se produjese el incidente del viernes para que el Ministerio del Interior accediese a la petición del de Exteriores.