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Menem defiende el indulto a los militares con ocasión del desfile de la fiesta nacional

El desfile cívico-militar con ocasión de la fiesta nacional del 9 de julio en Argentina, que duró cinco horas y media y se desarrolló bajo la lluvia, contribuirá a un acercamiento entre el pueblo y las Fuerzas Armadas, según el presidente, Carlos Menem, que defendió su intención de indultar a los militares condenados por crímenes durante la dictadura.

El desfile provocó una pequeña manifestación de protesta de las Madres de Plaza de Mayo que, cuando Menem se dirigía al Tedéum en la catedral, gritaron: -"Ni olvido, ni perdón, mil años de prisión". El sacerdote que habló en el templo no desaprovechó la ocasión para llamar la atención del Gobierno allí reunido sobre la situación social de¡ país cuando expresó la necesidad de preocuparse de los más desprotegidos "y para conseguir al fin una justicia, que se hace esperar demasiado tiempo". Se preguntó el sacerdote: "¿Independencia no implica acaso capacidad de liberarse de los falsos modelos que nos presentan, liberarse de la deshonestidad y la mentira de procedimientos que invaden la vida pública?".Por la mañana, muy temprano, en un día frío y lluvioso del invierno austral, Menem tomó el tradicional chocolate y asistió a la diana de los granaderos. En la residencia presidencial, un periodista le preguntó si la reconciliación pasa por un desfile militar. Menem replicó: "Pero, querido, por favor, los argentinos siempre con estas actitudes pequeñas, de vuelo bajo. El desfile es una de las posibilidades de acercamiento entre el pueblo y las Fuerzas Armadas, pero también los indultos. No tan sólo para los militares, sino para los civiles. Todo lo que se haga en esto, con tal de marchar al reencuentro de nuestras comunidades, siempre va a venir bien".

Críticas al acto

En este 9 de julio el desfile organizado por el Gobierno fue de los de antes. Había que recurrir a la memoria de los ya mayores para recordar un desfile semejante. Menem rechazó las críticas sobre el costo del acto, que se estima en millón y medio de dólares [150 millones de pesetas], pero que el presidente cifró entre 500.000 y un millón de dólares. El presidente aprovechó la ocasión para replicar a las críticas y afirmar que vienen de "aquellos que ahora se rasgan las vestiduras y que son los que en un par de meses manejando las arcas y los recursos de] Estado tiraron más de 1.000 millones de dólares". La crítica apuntaba al anterior Gobierno radical.El desfile en sí resulto tedioso. Los más aplaudidos fueron los ex combatientes de la guerra de Malvinas. Seguidores de los militares carapintadas, que durante la presidencia del radical Raúl Alfonsín se amotinaron en tres ocasiones. Sus simpatizantes aprovecharon el momento en que desfilaban los ex combatientes de Malvinas para lanzar panfletos, que iban firmados por un Comando 2 de abril. El texto decía: "Coronel del Pueblo Seineldín. Apura el camello. Dios, Patria o Muerte".

Además de las unidades militares -20.000 efectivos- desfilaron niños de colegios, representantes del deporte, de comunidades nacionales residentes en Argentina y también maquinaria agrícola, enormes cosechadoras y diversos animales como exponente del potencial del país.

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