Patrick Dupond considera que no hay diferencias entre la danza contemporánea y la clásica
El nuevo director de la Ópera Gamier de Paris baila hoy en el Liceo
Patrick Dupond, sucesor de Rudolf Nureyev al frente de la ópera Garnier de París, agota sus últimos compromisos con el Ballet Français de Nancy, del que ha sido durante dos años director artístico, en una gira por varios países en la que sólo realizará cuatro actuaciones en España. Dupond está decidido a dar cabida a todo tipo de danza en la Opera de París, y considera que no hay diferencia entre la danza clásica y la danza contemporánea. "Lo importante no es la técnica, sino el espíritu que desprende el baile", dice.
Ésta es la segunda vez que Patrick Dupond actúa en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona. La primera vez, en 1986, se lesionó un pie en la primera actuación y ahora sus actuaciones han peligrado por una afección bronquial que, felizmente, no ha resultado nada serio. "Ahora ya estoy perfectamente" explicaba el bailarín ayer en Barcelona, horas antes de iniciar su primera actuación en el Liceo, a la que sólo se podía por rigurosa invitación. Esta noche la función está abierta al público.Dupond ha escogido para esta gira del Ballet Français de Nancy, centro coreográfico con aspiraciones de Ballet Nacional, un programa que mezcla de forma contrastada lo clásico y lo contemporáneo y que sólo variará ligeramente en sus dos actuaciones en Sevilla (días 30 y 31, en el festival de Itálica) debido a la dificultad del escenario al aire libre. El espectáculo, dividido en dos partes, incluye las obras Blad Blood, El corsario, Vespers, White silence y Salomé. Dupond sólo bailará El corsario y Salomé, que comparten compositor, Ricardo Drigo, pero son el ejemplo de la mezcla de técnicas que defiende Dupond. Si El corsario es una pieza clásica, la coreografía de Salomé, papel interpretado por Dupond, es una creación de Maurice Béjart.
A sus 31 años, Patrick Dupond sigue considerándose ante todo un intérprete y asegura que nunca le ha tentado la coreografía. Como director de danza, defiende una base clásica en el bailarín y una perfección en la técnica pero está abierto a cualquier innovación y estilo siempre que sean lo suficientemente buenos. Tampoco desdeña otros medios, como el cine o la televisión y, para demostrarlo, acaba de finalizar el rodaje de una película junto a Alain Delon, Dancing machine, en la que interpreta a un profesor de baile sospechoso de asesinato.. Sobre sus proyectos al frente de la dirección de danza de la ópera del Palais Garnier de París, Dupond considera que lo fundamental es que sea "el palacio de los coreógrafos". Sus relaciones con Nureyev son "correctas" aunque está decidido a marcar las distancias. Mantiene buenas relaciones con Nureyev, pero está decidido a marcar muy bien las distancias. Sé que le han propuesto un contrato para ser coreógrafo residente permanente en la Opera de París. En principio no me parece mal tener a Nureyev y recuperar algunas de sus coreograrias, pero como coreógrafo de creación, hay otros horizontes más interesantes. En cualquier caso, sería bajo mis condiciones. No es bueno que el Palais Garnier sea la casa de un solo coreográfo, como director puedo aceptar o rechazar este contrato pero lo que haré es imponer mis condiciones".
Entre los proyectos de Dupond para la próxima tempora da, cuya programación se en contró prácticamente cerrada cuando se hizo público su nom bramiento en febrero, figura la puesta en escena de Giselle, con la coreografía clásica pero con una escenografía y vestuario totalmente contemporáneos.
También está dispuesto a combinar los espectáculos clásicos con nuevas creaciones y, sobre todo, piensa utilizar parte de sus esfuerzos en la promoción y difusión de la danza. "Todavía hoy sigue siendo un arte mínimo, subvalorado. Pasa igual en todas partes".
Babelia
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