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CUMBRE ALIADA OCCIDENTAL

Algunos aliados europeos, más lanzados que EE UU en el desarme nuclear

La propuesta del presidente norteamericano, George Bush, de utilizar el arma atómica como último recurso provoca una revisión de la estrategia de la respuesta flexible de la OTAN. Algunos aliados, especialmente la República Federal de Alemania, Bélgica y España, quieren ir más lejos. Apoyan negociar una eliminación total de las armas nucleares de corto alcance. Francia representa el contrapunto, con su defensa a ultranza de la doctrina de disuasión nuclear.

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Francia no está dispuesta a recortar su arsenal autónomo. "Nosotros tenemos nuestra propia estrategia y no vamos a renunciar a ella", manifestó el presidente François Mitterrand.El uso del arma nuclear como último recurso, propuesto por Bush a la cumbre de la Alianza Atlántica, representa un cambio sustancial de la estrategia de respuesta flexible, adoptada hace 30 años por los aliados occidentales como elemento clave de la doctrina de la disuasión. La OTAN se reservaba el empleo de la bomba atómica incluso como respuesta a un ataque convencional del enemigo del Este. Sin embargo, Bush -y en eso le apoya firmemente la primera ministra británica, Margaret Thatcher- no plantea renunciar del todo al primer uso.

La primera reacción a este cambio de postura la dio ayer la agencia soviética Tass, para la cual "este comienzo prometedor hacia una transformación de la estrategia nuclear sería más estimulante con un comunicado sin ambigüedad de la OTAN para no utilizar nunca de entrada el arma nuclear".

La propuesta de Bush va acompañada de la eliminación de los obuses de artillería nuclear, unos 1.500 (la cifra exacta es mantenida en secreto), que representan el 40% de las armas nucleares estadounidenses instaladas en suelo europeo. Su alcance de 30 kilómetros las hace inservibles en "el nuevo teatro europeo" por la unificación alemana y los cambios en el Este.

El canciller de la RFA, Helmut Kohl, defendió sin ambages en la reunión "la reducción a cero de las cabezas de artillería nuclear en Europa, condicionada a la reciprocidad soviética, por supuesto". La RFA, Bélgica y España -"nosotros en este tema mantenemos un tono menor porque no tenemos arma nuclear en nuestro suelo", según un diplomático español- defienden la desaparición de los misiles de corto alcance. La OTAN tiene 700 cabezas en Europa con un radio de acción de menos de 500 kilómetros. El proyecto de borrador no incluía ayer un mandato concreto, sólo un objetivo: negociar este desarme concreto. Las conversaciones con la Unión Soviética comenzarían una vez concluido el acuerdo para la reducción de armas convencionales (CFE), que se negocia en Viena.

Misiles obsoletos

Al margen del mandato, los expertos de la OTAN coinciden en que los misiles SNF de corto alcance quedarán obsoletos en 1995, porque para esa fecha la fatiga de los metales convertiría en peligroso su lanzamiento. La renuncia a modernizar el Lance condena a muerte este tipo de arma, aunque Bush confía en forzar a los soviéticos a negociar con el proyecto TASM (misil táctico aire-superficie). Este nuevo misil en proyecto tendrá 400 kilómetros de alcance, pero la autonomía del avión que lo transporte lo convierte de hecho en un misil camuflado de medio alcance, cuando este armamento ya está eliminado por el tratado INF. Algunos aliados europeos apuestan a que el TASM jamás será desplegado.

Las propuestas de desarme nuclear, cuyo vértice lo constituirá el tratado que la URSS y Estados Unidos podrían firmar este año para reducir a la mitad su arsenal estratégico, se enfrentan a la dificultad francesa. Francia se mantiene fuera del mando integrado de la OTAN y, según Mitterrand, "no estamos directamente concernidos por la estrategia nuclear que adopten y lleven a cabo los Estados miembros de los órganos militares integrados".

El presidente francés insistió en que el proceso de desarme esté fundamentado realmente en un "concepto de disuasión, que impida estallar la guerra y no solamente intentar ganarla". La postura francesa esconde la intención de mantener como sea su papel de potencia a través de "la amenaza al recurso del arma nuclear ante la posibilidad de un conflicto, según el portavoz del presidente, Hubert Vedrine. Sin embargo, sitúa ala URS S ante la eventualidad de negociar con dos OTAN distintas en este aspecto.

La particularidad francesa le lleva a contestar la revisión del concepto de defensa avanzada de la OTAN o respuesta con un ataque en territorio enemigo. El abandono de esta táctica se impone por la disminución de la amenaza del Este y el mayor tiempo de reacción que proporciona el desarme convencional y el alejamiento del frente.

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