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Cada vivienda del 'ruedo' de la M-30 ha costado más de cinco millones de pesetas

El presidente de la Comunidad de Madrid y el director del Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima), Joaquín Leguina y Miguel Ángel Pascual, respectivamente, saltaron ayer al ruedo de la M-30 para enseñar el interior del complejo diseñado por Sáenz de Oiza y salir al paso de las protestas. Pascual aseguró que cada vivienda le ha costado a la Comunidad una media de cinco millones de pesetas, y Leguina criticó "la estética del automovilista que va por la M-30 echando humos y protestas, por lo que no ha visto por dentro".

"No hay diferencias apreciables entre viviendas curvas y rectas", dijo Pascual saliendo al paso de las críticas del presidente de la asociación de vecinos del Pozo del Huevo, que se instalarán en este complejo este mismo verano.Los medios de comunicación acompañaron a los altos cargos al interior de una de las viviendas dúplex de 90 metros con cuatro habitaciones, que junto con otras de 75 y 65 metros cuadrados completan el complejo. Antes se habían recorrido los garajes, con capacidad para 160 coches de las 346 viviendas del ruedo que ocuparán los cahbolistas.

Javier Sáenz Guerra y Félix María González Vela, arquitectos del proyecto diseñado por Francisco Javier Sáenz de Oiza, destacaron las perspectivas del jardín y los grandes ventanales que tienen las casas en el interior del complejo y argumentaron que la razón de haber edificado una especie de ciudadela cerrada al exterior es la de promover que la vida se desarrolle puertas adentro y la de evitar los ruidos exteriores.

María Luisa Fernández, ex vicepresidenta de la Asociación de vecinos del Pozo del Huevo, que dimitió hace 15 días por razones que no quiso precisar, manifestó que lamentaba las protestas por las viviendas curvas que empañan "la alegría que teníamos todos por venir". María Luisa añadió que pese a las críticas de muchos de los vecinos de la zona, la asociación de Moratalaz tenía previsto darles "una calurosa acogida". Respecto a las 94 viviendas sin sortear que se ha quedado el Ivima, el presidente de este instituto explicó que se van a utilizar para otras peticiones.

Alquiler con opción a compra

Los vecinos que residan en estas viviendas pagarán entre 14.000 y 900 pesetas al mes de alquiler (dependiendo de sus ganancias) y tendrán opción de compra una vez transcurran, siete años.El extenso complejo va a contar con todo, tipo de, servicios en su interior (incluida asistencia social y asistencia de ancianos) y sólo está conectado con el exterior a través de cuatro entradas.

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En el centro del ruedo se ha instalado una pérgola y un estanque. Respecto al mantenimiento de las pinturas de la fachada, el Ivima ha previsto una partida para asegurar su mantenimiento.

Escaleras azules, columnas, y, ascensores rojos y tabiques con cristaleras constituyen la "arquitectura de la democracia", como la definió ayer Joaquín Leguina, en contraposición a las espartanas viviendas sociales del franquismo. Leguina se lamentó de la falta de comprensión hacia el complejo. Incomprensión "más fundamentada en un rechazo hacia los nuevos inquilinos que en el conocimiento del proyecto", según dijo. En los bares de los alrededores los vecinos seguían con sus prejuicios: "Esto se ve a llenar de navajeros".

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