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Los palestinos estudian en una universidad cerrada

El vicerrector de An Najah dice que se ha creado el método "casa por casa"

Adib Jatib, vicerrector de la Universidad de An Najah, enclavada en Cisíjordanía, cerca de la ciudad de Nablús, asegura que la política israelí es convertir al pueblo palestino en ignorante. "Estamos dispuestos a sacrificarlo todo menos la tierra y la educación", afirma. Después de 31 meses con la universidad cerrada por orden del país ocupante, Jatib señala que los profesores siguen "caso por caso y casa por casa" a sus alumnos para que no se interrumpa el ciclo educativo.

Fundada en 1918, la Universidad de An Najah contaba con 4.200 estudiantes al iniciarse la revolución de las piedras. Clausurada bajo la acusación de ser un "foco de activismo" de la Intifada, Jatib destaca en una entrevista con EL PAÍS que los alumnos están ahora "más motivados que antes" y realizan ímprobos esfuerzos por continuar su proceso educativo. "Impartimos las lecciones y realizamos los exámenes en las casas, en los parques o en las bibliotecas. Siempre teniendo en cuenta la ley israelí de asociación, que no nos permite más que reunirnos en pequeños grupos", señala.Precisamente ayer, el mando unificado de la sublevación palestina (Intifada) en los territorios ocupados de Cisjordania y Gaza decretó el comienzo de una huelga general en las dos regiones en protesta por el cierre de las universidades y centros de estudios superiores palestinos.

Para Jatib no existe razón alguna para cerrar las universidades palestinas, y la esgrimida por Israel de que son un foco de apoyo a la Intifada la considera contradictoria. "Si acusan a los alumnos de ser activistas lo mejor sería tenerlos ocupados con sus estudios y no de brazos cruzados en sus casas". Orgulloso de pertenecer al "Estado árabe con mayor nivel cultural", Jatib señala que, para los palestinos, el estudio se ha convertido en un reto. "El intento israelí de acabar con nuestro sistema educativo es una forma de intentar provocar un colapso desde dentro".

A pesar de que el vicerrector de An Najah tiene nacionalidad norteamericana, el Gobierno israelí ha impedido durante meses su salida de los territorios ocupados, pero finalmente pudo viajar esta semana a Madrid, donde el martes firmó un acuerdo de cooperación con la Universidad Autónoma, que prevé el intercambio de alumnos, profesores y material docente.

Estricta censura

Profesor de Geografía Urbana, señala que una de las grandes dificultades a las que se enfrenta la enseñanza en estas condiciones es la falta de libros y material docente. "Sufrimos una estricta censura en la importación de libros. Algunos están prohibidos simplemente por el hecho de haber sido editados en Libia o Siria. Otros, editados incluso en Estados Unidos, porque no les gusta el título". Jatib señala que son soldados sin cultura alguna los que se encargan de revisar el equipamiento y material que la universidad pretende importar, y sin saber de qué material se trata o su utilidad, lo rechazan sin miramientos, "por motivos de seguridad".

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A la falta de edificio donde impartir las clases y de material se unen las "detenciones indiscriminadas" de alumnos y profesores. "Desde que comenzó la Intifada, entre 500 y 800 alumnos han estado detenidos por uno o varios días.

Actualmente hay tres profesores en la cárcel, pero al menos 22 han sido detenidos desde el inicio de la Intifada. La universidad cuenta también con 11 estudiantes muertos por disparos de los militares israelíes.

Muchos de los profesores de An Najah eran palestinos no residentes en los territorios ocupados, lo que ha permitido a las autoridades israelíes expulsar a 35 de ellos, y a otros 13 se les ha negado el permiso de trabajo.

"Bajo estas condiciones hemos sido capaces de entregar 300 diplomas y le aseguro que sus poseedores tienen un nivel que les permite competir en cualquier mercado de trabajo", señala con satisfacción.

Adib Jatib hizo un llamamiento a los responsables de la educación en Europa para que exijan a sus respectivos Gobiernos que se impongan sanciones a Israel hasta que se logre que todas las universidades palestinas vuelvan a abrirse. "Para Europa es importante el mantenimiento de la estabilidad y el nivel cultural en nuestra región; por ello tienen que presionar a Israel para que actúe de forma lógica".

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