_
_
_
_

Rafael Delgado asume la responsabilidad de que Juan Guerra ocupara un despacho oficial en Sevilla

Rafael Delgado, secretario particular del vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, reconoció ayer en el juzgado haber autorizado a Juan Guerra a ocupar un despacho en la Delegación del Gobierno en Andalucía y eximió al vicepresidente de toda responsabilidad. Ni Delgado ni Tomás Azorín, ex delegado del Gobierno en Andalucía, que también prestó ayer declaración, no efectuaron comentarios en los pasillos del juzgado, atestado de periodistas. Antonio Guerra, que también fue llamado a declarar, negó haber informado a su hermano Alfonso de una supuesta operación inmobiliaria destinada a financiar al PSOE.

El secretario del vicepresidente del Gobierno, que llegó a las 10.30 horas, vestido con un traje color beis y camisa blanca, prestó declaración durante cerca de dos horas ante el titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla, Ángel Márquez Romero, quien instruye las diligencias del denominado caso Juan Guerra. Delgado, que abandonó el palacio de Justicia en un coche oficial, salió de la sede judicial de Sevilla escoltado por un grupo de policías.El juez Márquez ha tomado declaración a Delgado con el fin de aclarar quién autorizó a Juan Guerra a ocupar el despacho gubernamental entre 1983 y 1989. El secretario personal de Alfonso Guerra señaló que la idea de que Juan Guerra ocupara el citado despacho en la sede gubernamental se la sugirió a él Leocadio Marín, antecesor de Tomás Azorín en el cargo de delegado del Gobierno en Andalucía. Al menos así lo indicaron los abogados Emilio Lechuga y Manuel Fernández del Pozo, que actúan como acusadores privados en el caso Juan Guerra en representación del Partido Andalucista e Izquierda Unida, respectivamente.

Según coincidieron en señalar ambos letrados, Delgado matizó al juez que sólo autorizó "el acceso" de Juan Guerra al despacho en calidad de "asistente" del vicepresidente, "pero no para realizar ninguna otra actividad distinta", precisando que tanto él como el vicepresidente eran ajenos a las actividades privadas que se le imputan a Juan Guerra.

Tomás Azorín, según la versión ofrecida por el letrado de Izquierda Unida, dijo al juez que cuando se hizo cargo de la delegación gubernamental "Juan Guerra ya estaba allí", por lo que pensó le tenía que haber autorizado para ocupar tal despacho.

Azorín, que resultó elegido en las elecciones del pasado día 23 diputado andaluz por la provincia de Almería, señaló también al juez Márquez que sólo vela a Juan Guerra de forma esporádica en la delegación y que no tenía constancia de que éste estuviera utilizando el despacho con fines privados. Asimismo, añadió que durante su mandato no fueron registradas las visitas por encontrarse en obras en esa fecha la delegación. Azorín negó también haber enviado un informe al vicepresidente del Gobierno sobre las actividades de Juan Guerra.

Antonio Guerra fue el último en prestar declaración ante el juez. "Esto ¿qué es?, ¿una velá?", dijo el hermano del vicepresidente al contemplar la maraña de cámaras que aguardaba su llegada en el juzgado.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

En un principio, Antonio Guerra conversó distendida y jocosamente con los periodistas, empleando un lenguaje soez no exento de tacos. De hecho, mostró a un grupo de informadores una fotografía manipulada en la que se veía un bebé con unos órganos sexuales desproporcionados. Con un rostro sonriente y de admiración dijo: "este es mi hermano Arfonso cuando era niño". Más tarde, sin embargo, se enfadó con un periodista que, según él, había insultado al vicepresidente. "A la familia, la dejamos tranquila, ¿eh?", espetó visiblemente nervioso.

En tono siempre ambiguo, Antonio Guerra expresó su satisfacción por los resultados que ha obtenido el PSOE en las recientes elecciones andaluzas. "Soy militante del partido, ¿cómo no voy a estar contento?", dijo a los informadores. "¿Por qué no os vais a la Alameda?..." -zona de prostitución de Sevilla.

Financiación

Antonio Guerra señaló asimismo que no conocía "de nada" a Francisco Medina, uno de los testigos del caso Juan Guerra.

Medina ha asegurado al juez que acompañó a Antonio Guerra a la Moncloa cuando éste informó a su hermano Alfonso de una supuesta operación inmobiliaria de la que el PSOE obtendría 300 millones de pesetas en concepto de comisión si la misma fructificaba.

Carlos Macarrón, abogado de Fracosur, empresa vinculada a Juan Guerra, señaló que Antonio Guerra visitó a su hermano, el vicepresidente del Gobierno, en la Moncloa, "pero no para informarle de ninguna operación sino para invitarle a la boda de uno de sus hijos". Juan Guerra representó a Fracosur ante Ensidesa para la compra de la finca La Carrascosa, que fue vendida en la mitad del precio tasado inicialmente. La operación, según Medina, consistía en conseguir unos terrenos situados en Sevilla propiedad del Ministerio de Defensa.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_