Ratzinger prohíbe a los teólogos católicos manifestar sus discrepancias

"Los teólogos católicos deben estar siempre de acuerdo con el magisterio de la Iglesia del Papa; no tienen derecho a disentir y en todo caso no deben comunicar su disconformidad a la opinión pública, y deben huir del liberalismo filosófico que convierte a la teología en puro juego de poder". Estas afirmaciones están contenidas en una nueva instrucción emanada por la Santa Sede, firmada por el Papa y presentada ayer por el prefecto del ex Santo Oficio, el cardenal alemán Joseph Ratzinger, el gran inquisidor de los teólogos modernos como el franciscano Leonardo Boff, padre de la teología de la liberación suramericana.El documento pontificio excluye tajantemente el derecho del teólogo a "disentir", entendido como "actitud pública de oposición a la postura oficial de la Iglesia".

Según esta instrucción, los teólogos católicos deben estar al servicio del Papa y del magisterio eclesiástico, y en el caso hipotético de que discreparan "en materia secundarla no estrictamente obligatoria", el teólogo "nunca deberá recurrir a los medios de comunicación, sino que deberá dirigirse a la autoridad oficial responsable".

Para el cardenal Ratzinger, que presentó ayer en el Vaticano el documento -en Madrid fue presentado simultáneamente por el obispo Antonio Palenzuela-, los teólogos no se rigen por el principio de la "mayoría". Si fuera así se originaría un "contramagisterio que ofrecería a los fieles una norma de actuar alternativa, que se convierte en poder político, se configura como estructura de poder".

Ratzinger ha querido dejar claro que este documento -que cierra las puertas a la posibilidad de discrepar públicamente, incluso en cuestiones no fundamentales para la fe, como la moral contemporánca- no quiere ser una respuesta al polémico Manifiesto de Colonia, el documento crítico al actual pontificado, firmado por cientos de teólogos centroeuropeos y suscrito posteriormente por otros teólogos españoles, franceses e italianos.