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El IRPF eximirá de impuestos los rendimientos de hasta un millón de pesetas de ahorro anual

La nueva ley del IRPF eximirá del pago de impuestos a las rentas de capital que provengan de planes de ahorro diseñados por cada contribuyente si cumplen las siguientes características: el ahorrador podrá elegir en qué activos coloca hasta un millón de pesetas anuales, y los intereses no pagarán impuestos si la inversión se mantiene por un periodo de cinco años; además, el ahorrador podrá disponer de aproximadamente la mitad de esos intereses cada año y reinvertir la otra mitad. Esta medida de fomento del ahorro popular convivirá con la introducción de un mínimo de intereses exento, que, en cualquier caso, será inferior a las 100.000 pesetas.

El proyecto de ley del nuevo impuesto sobre la renta incorporará dos nuevas medidas para el fomento del ahorro popular. La más innovadora consiste en eximir del pago de impuestos a los intereses que genere hasta un millón de pesetas de ahorro anual, siempre y cuando esa inversión se mantenga por un periodo mínimo de cinco años y el inversor reinvierta la mitad de los intereses. El contribuyente podrá elegir en qué activos financieros quiere colocar su millón de ahorro anual. Los contribuyentes podrán acogerse a esta fórmula de ahorro todos los años que lo deseen, con el único tope del millón por contribuyente.El apoyo fiscal al ahorro popular no ha querido dirigirse a un producto concreto, según fuentes del Ministerio de Economía y Hacienda, porque esto "supondría un privilegio para un determinado activo financiero y, por lo tanto, distorsionaría la competencia y llevaría a una mala asignación de recursos en el mercado financiero". Este tipo de productos desfiscalizados existe en otros países europeos, como Francia y Reino Unido, pero en todos ellos exige la colocación del ahorro en un producto financiero concreto que, generalmente, ha sido emitido por el Estado.

Libre elección

La nueva ley "dará opción al ahorrador para que libremente forme una cartera de activos, que puede cubrir todo el espectro financiero, es decir, desde depósitos de ahorro hasta seguros de capitalización, pasando por cualquier activo de renta fija o renta variable", aseguran las mismas fuentes. Esos activos podrán tener un plazo de amortización mayor o menor a los cinco años que exigirá la ley para eximirlos del pago del IRPF. Si es inferior, el contribuyente deberá comprometerse a reinvertir el principal y, aproximadamente, el 50% de los intereses y mantenerlo inmovilizado hasta que se cumplan los cinco años; si es superior, el inversor podrá vender, si lo desea, tras cumplirse esos cinco años de compromiso fiscal.La ley de renta también dará opción a disponer, y destinar al consumo, entre un 40% y un 50% de los intereses que genere el ahorro colocado a cinco años sin repercusiones fiscales. La reinversión de la otra mitad de los intereses intenta servir de acicate adicional al ahorro, según fuentes de Economía.

La recuperación de la inversión, además, no soportará ningún tipo de penalización, tal como ocurre en otros productos desfiscalizados que existen en Europa. La nueva ley del impuesto sobre la renta permitirá al ahorrador que lo necesite, recuperar los fondos invertidos a cinco años por motivos fiscales sin ninguna penalización. Cuando el contribuyente tenga que utilizar esos fondos antes de cumplirse el plazo que marcará la ley de renta, sólo estará obligado a pagar el impuesto sobre la renta por los intereses percibidos durante el tiempo que haya tenido inmovilizado el ahorro. La recuperación de la inversión sólo exige abonar en el IRPF de ese ejercicio la deuda tributarla por los intereses que haya obtenido de su millón de ahorro durante los años transcurridos desde que efectuó la inversión.

Mínimo exento

Esta medida de fomento del ahorro popular estará acompañada de la introducción de un mínimo de intereses exento del pago del IRPF. Este mínimo exento será independiente del plazo y de la cuantía de la inversión. Con todo, como el objetivo del Gobierno es apoyar el ahorro de las rentas medias y bajas, el mínimo exento no será muy elevado, aunque aún está por determinar su cuantía exacta. Esta medida, además, quiere ser complementaria al plan de ahorro a cinco años por lo que, para evitar que el mínimo exento resulte más beneficioso que el plan, el primero no alcanzará, en cualquier caso, las 100.000 pesetas anuales.Estas dos nuevas medidas de fomento del ahorro convivirán con la actual normativa sobre planes y fondos de pensiones, más adecuadas para un ahorro a largo plazo y que es tanto más rentable, en términos fiscales, cuanto mayor sean los ingresos del contribuyente y, por consiguiente, su tipo impositivo marginal en el IRPF.

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