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El Gobierno de China deja que el científico disidente Fang Lizhi abandone el país

El más famoso disidente chino, el astrofísico Fang Lizhi, abandonó ayer China junto a su mujer, Li Shuxian, con destino al Reino Unido, con el permiso de las autoridades de Pekín, después de haber permanecido durante más de un año refugiado en la Embajada de Estados Unidos.

La Embajada del Reino Unido en Pekín confirmó que el matrimonio partió ayer con destino a Londres, aunque no precisó si ése sería su destino final.El caso Fang Lizhi, que ha enturbiado durante más de un año las ya de por sí tensas relaciones entre Estados Unidos y China desde la sangrienta represión en Pekín de los manifestantes en favor de la democracia el 4 de junio de 1989, parece haberse resuelto con algún tipo de acuerdo no precisado entre Washington y Pekín. Así, en la Casa Blanca se informó ayer que la liberación del disidente es "una contribución importante" para mejorar las relaciones entre ambos países.

El Ministerio de Seguridad Pública, a través de la agencia oficial de noticias china Xinhua, anunciaba ayer que se había dado un "trato indulgente" al matrimonio disidente y por "razones hurnanitarias" se había permitido a ambos abandonar China con destino a un país extranjero para recibir "tratamiento médico", aunque no mencionó la enfermedad que padecen.

Fang Lizhi fue acusado de "criminal" y de ser el instigador de la "rebelión contrarrevolucionaria" del año pasado, como se denomina oficialmente en Pekín aquel movimiento en favor de la democracia, y por tanto debía entregarse y confesar sus crímenes.

De acuerdo con la información oficial, el matrimonio disidente había admitido "recientemente" por escrito su participación en "actividades contrarrevolucionarlas", había confesado su oposición a los principios socialistas que rigen en China, lo que es un delito según la Constitución del país, y se comprometía a "no involucrarse en actividades dirigidas contra China una vez abandonado el país", con lo que cumplían las condiciones puestas por los dirigentes chinos para resolver el problema.

La salida del país de Fang parece tener el objetivo político de mejorar la imagen de China en el mundo, y particularmente en Estados Unidos, en vísperas de la reunión anual de los siete países más industrializados, que podrían decidir suavizar o levantar algunas de las sanciones económicas que pesan sobre Pekín desde el año pasado, según fuentes occidentales.

Fang, de 53 años, ha sido el intelectual que más ha criticado al régimen chino en los últimos años, por lo que fue expulsado de su puesto como vicepresidente de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hefel y en 1987 del partido comunista durante la campaña contra el liberalismo burgués.

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