5 países de la CE 'borran' sus fronteras

La RFA, Francia, Holanda, Bélgica y Luxemburgo firmaron a las cuatro de la tarde de ayer en la ciudad luxemburguesa de Schengen un acuerdo que suprime los controles fronterizos y garantiza la libre circulación a todos los ciudadanos de la CE. El convenio entrará en vigor el 1 de enero de 1992 y establece la cooperación judicial y policial entre los cinco países signatarios. Estos crearán una base de datos informáticos para controlar el paso de emigrantes y delincuentes, así como el tráfico de drogas, armas o la evasión fiscal.

El acuerdo de Schengen firmado ayer es el complemento del tratado del mismo nombre rubricado el 14 de Junio de 1985, con el objetivo de anticiparse a la desaparición de fronteras de la Europa del mercado único.Los objetivos van más allá de lo fijado en el Acta Unica, que establece una reserva nacional para todo lo relacionado con orden público, tráfico de drogas e inmigración.

El 1 de enero de 1992 los países firmantes pondrán en práctica el reconocimiento mutuo de visados, con la intención de instaurar un visado uniforme.

Se comprometen a una vigilancia exterior de sus fronteras para impedir invasiones de impuestos en los artículos introducidos por los viajeros.

La cooperación policial, que incluye el derecho de persecución de un delincuente más allá del límite fronterizo nacional, descansará sobre el Sistema de Información de Schengen (SIS), una inmensa base de datos a crear conjuntamente.

Los cinco países firmantes acuerdan uniformar las normas de concesión del derecho de asilo y reconocen el derecho de los ciudadanos extranjeros a circular por sus territorios, pero se comprometen, a la vez, a impedir la inmigración clandestina.

El derecho a la libre residencia está reconocido a todos los ciudadanos comunitarios.

Los controles en frontera podrán ser restablecidos temporalmente por razones de orden público o de seguridad nacional.

Por otra parte, el registro de equipajes y mercancías "será mantenido al nivel más bajo posible".

La Comisión Europea se felicitó ayer por la firma de esta convención, que anticipa la libre circulación que implantará en 1993 el mercado único en los doce países comunitarios.

Al acuerdo de Schengen ha pedido su adhesión Italia, y España solicitó en 1989 suprimir, al menos parcialmente, su frontera con Francia. En uno y otro caso, el peligro de la inmigración clandestina, al que se suma para España el terrorismo de la organización ETA, ha impedido ampliar esta zona de libre paso.

La amenaza de la inmigración fue la clave del fracaso inicial de la firma, que estaba prevista para el pasado 15 de diciembre. Entonces, la puerta incontrolada a la, inmigración proveniente del Este que puede representar la RDA provocó el aplazamiento. Francia ha exigido garantías a la RFA para que esto no se produzca en 1992.

Alemania Occidental también esgrimió el mismo problema con respecto a los emigrantes del norte de África que viven en Francia.