Solchaga insiste en moderar beneficios y salarios para evitar otro ajuste

C. M. El pacto de progreso que propone el Gobierno para mejorar la competitividad de la economía española ante el mercado único pasa por un pacto social en el que empresarios y sindicatos se comprometan a moderar el crecimiento de sus rentas. En caso contrario, la política monetaria y fiscal llevarían todo el peso en la reducción de la inflación y el dificit exterior, con un mayor coste en cuanto a la creación de puestos de trabajo, En esta idea volvió ayer a insistir el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, durante su comparecencia en el Senado, donde mostró su preocupación por el elevado crecimiento del gasto que administran comunidades autónomas y ayuntamientos.

Solchaga no dejó ayer pasar la oportunidad de su comparecencia en el Senado para defender el proyecto de ley de presupuestos generales del Estado de este año, sin avisar de las consecuencias de una falta de acuerdo sobre política de rentas. El pleno del Senado rechazó ayer las cinco enmiendas de veto a la ley de Presupuestos presentadas por los grupos de la oposición.

La competitividad de la economía española "sólo es posible sí además de una política monetaria rigurosa y una actuación en política fiscal exigente se puede alcanzar un acuerdo en materia de rentas con patronal y sindicatos", dijo. "En ausencia de este acuerdo", añadió Solchaga, "el Gobierno debería tomar medidas para luchar contra la inflación y el déficit exterior; ello a pesar de las peores consecuencias sobre el crecimiento del empleo".

"Lo que debe preocupar", según Solchaga, "es la falta de ahorro". Por ello tiene una gran importancia la moderación del gasto público y la reducción del déficit. A este respecto, Solchaga mostró la preocupación del Gobierno por "la falta de coordinación en la disciplina presupuestaria entre la Administración central y la territorial" .