Paisanos
M. VÁZQUEZ MONTALBÁN
Los gallegos de las Rías Bajas tienen la moral dividida. Unos increpan a los presuntos traficantes de droga, otros se angustian porque la droga crea puestos de trabajo, incluso niveles de prosperidad nunca vistos. "Primero, el estómago, y luego, la moral", cantaba un personaje de Brecht.