Los nuevos módulos para el cálculo de la renta de empresarios se elaborarán el próximo año

La aportación de empresarios y profesionales al impuesto sobre la renta es uno de los aspectos menos satisfactorios del actual IRPF, según aseguró ayer el ministro de Economía y Hacienda. La solución a este problema no se pondrá en marcha el 1 de enero de 1991, aún si el Gobierno tiene para entonces aprobadas la ley de renta. La declaración del IRPF de empresarios y profesionales pasará por un periodo transitorio que Carlos Solchaga no quiso cuantificar, pero que "en otros países ha sido de dos o tres años".Como primer paso en esta reforma, dentro de la reforma, será el cálculo de los módulos -basados en parámetros relevantes de la actividad económica del empresario o el profesional- sobre los que se calculará su renta. Esto se hará, según Solchaga en 1991.

Los nuevos módulos para el cómputo de la renta del empresario "no estarán basados en el valor de facturación, ya que ésta es una de las variables más fáciles de ocultar, y es también la más aconsejable de ocultar si se quiere defraudar en el IVA además de en el IRPF".

Solchaga reiteró que el nuevo sistema de tributación de empresarios y profesionales establecerá la obligación de declarar por el sistema de estimación objetiva singular (que calculará la renta por vías distintas a las actuales). Para eludir esa obligación, el empresario deberá solicitar, explícitamente, la declaración directa, un sistema con más complejidad técnica y contable. En concreto, los empresarios que decidan solicitar el paso a la declaración directa tendrán que cumplir tres requisitos. Deberán, en primer lugar, separar su patrimonio personal del de su empresa o actividad. No podrán utilizar un sistema de contabilidad simplificado, sino que deberán acogerse al general del código de comercio.