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Luis de Pauloba y Cristo González vuelven mañana a Las Ventas

Luis de Pauloba y Cristo González, que causaron excelente impresión el pasado domingo en Las Ventas, vuelven mañana a este coso, alternando con Julián Zamora, de Ciempozuelos (Madrid), debutante en la plaza. Lidiarán novillos de José Samuel Pereira Lupi. El festejo empieza a las siete de la tarde.Luis de Pauloba, sevillano de Aznalcóllar, intentará hacer un toreo al gusto de la afición de Madrid. A raíz de su presentación en esta ciudad le han contratado para unas 20 novilladas, aunque él no está mucho al tanto de esas cosas, que deja en manos de su apoderado. El sevillano figura tercero en el escalafón novilleril, y comenta: "Uno se siente con mucha responsabilidad porque los aficionados esperan mucho de ti y los compañeros, como es lógico, quieren quitarte el puesto". Mucho le preocupa a Luis de Pauloba el torear despacio; quiere torear despacio y conseguir ponerse en los carteles de categoría con novilladas buenas.

Cristóbal Caballero González, conocido como Cristo González en el mundo de los toros, entrena todos los días en una finquita que tiene su familia cerca de Chiclana (Cádiz). Con sus 16 años, toreará su tercera tarde en Madrid en menos de un mes, algo con lo que sueña todo novillero que empieza, pero él ya sabe lo que es salir a hombros por la puerta grande y quiere repetir el domingo: "Mi salida a hombros en Madrid ha supuesto un paso importante en mi carrera, porque después de este tritinfo me conoce todo el mundo taurino y antes de esto no me corrocía nadie. Voy a salir a triunfar".

Julián Zamora ha tenido como maestro al Niño de Aranjuez y es en la ribera del Tajo donde entrena a diario. El de Ciempozuelos está contento con esta oportunidad, que le gustaría cerrar con broche de oro. Zamora tiene un corto currículo como novillero con picadores; sólo 13 actuaciones con un gran éxito reciente en la feria de San Fernando, de Aranjuez, donde cortó dos orejas. Ante este compromiso dice discretamente: "¡Ojalá que la novillada embista, porque el cartel es muy atractivo y por ganas de triunfar no va a quedar". Si algo está en su mente a todas horas es el poder ser figura del toreo, aunque apunta que le gustaría por la satisfacción personal, por realizar su profesión al máximo, y no por ganar dinero.

Los tres novilleros desean lo mismo, casi piensan exacto: que el ganado embista, para poder agradar a la afición de Las Ventas, porque las orejas de Madrid son contratos a la vista y por tanto la posibilidad de situarse en los primeros puestos del escalafón y estar en todas las ferias.

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