"La calle sigue siendo la mejor escuela para todo"

Charles Aznavour rueda una película en Madrid desde el pasado lunes. Se trata de una coproducción hispano-francesa titulada El ángel caído, que, en clave de comedia policiaca, está dirigida por Roberto Bodegas y producida por Emiliano Piedra. Aznavour, el creador de temas tan famosos como La bohème o Que c'est triste Venise, fue primero actor antes que cantante, y hoy, después de llevar 40 años sobre los escenarios del cine y de la música, todavía afirma: "La calle sigue siendo la mejor escuela para todo".

Es francés, pero es armenio. Es cantante, pero es actor. Es menudito, 1,60 de altura, y ya peina canas porque ha cumplido 66 años de edad, pero es -está- tan joven y dinámico que durante este año y parte del que viene ha colocado en segundo lugar la canción y se ha metido en la piel de El Chino, un ex agente de los servicios secretos que ayuda a la Interpol en los casos más complicados."Aunque la canción y el cine forman un paralelo en mi carrera, yo debuté como actor, y siempre me ha gustado más actuar que cantar; tanto es así, que siempre procuro tener planificados por adelantado mis contratos como cantante para poder hacer cine", explica Charles Aznavour.

La entrevista tiene lugar en un hotel cercano al aeropuerto de Barajas, donde está rodando la primera de las cinco semanas y media en que transcurrirá por escenarios de Madrid y Barcelona la película El ángel caído. Aznavour, para remarcar aún más su pasión por el cine, se acerca a un mueble y enseña un listado de 1.540 títulos cinematográficos. "Es mi videoteca y tengo de todo. Me encanta hacer y ver cine", dice.

La película El ángel caído se estrenará en España primero en las salas de cine, pero en el resto de Europa este largometraje y otros cinco más -de hora y media cada uno- se exhibirán primero por televisión, ya que forman parte de una serie titulada El Chino. En las seis películas, Charles Aznavour es el protagonista, acompañado por Mariangela Melato. En la película que se está rodando en España, con dirección de Roberto Bodegas, participan además los actores Silvia Tortosa, José Soriano, Terele Pávez y Luis Hostalot.

"Es muy disciplinado", dice de Aznavour el director Roberto Bodegas. "Es verdad", confirma aquél. "No soy un actor intelectual, aunque sí soy inteligente, y hasta leo mucho, porque la lectura no tiene nada que ver con la intelectualidad, y hay gente que leemos sin ser intelectuales y, muchos, que son intelectuales, han dejado de leer".

Como actor, Aznavour, que ha trabajado con directores de la talla de Truffaut -Tirad sobre el pianista-, dice que no tiene preferencias y sólo exige a los directores "que tengan talento". Como autor de las letras de sus canciones afirma: "No se puede vivir en un planeta e ignorarlo, porque si no hay que meterse a pastor. Yo comprendo a los pastores, pero si uno quiere bajar a la ciudad tiene que evolucionar, y la calle, la gente normal, sigue siendo la mejor escuela para todo".

Nada prepotente, afirma después de una carrera musical de 40 años de éxitos y que todavía continúa: "Yo no he creado ningún estilo musical, yo no he inventado nada en la música porque lo que me ha importado siempre son las palabras. Lo único que me apunto es que, cuando empecé a cantar, nadie hablaba de la problemática de la pareja y nunca he dejado de hacerlo, sea la pareja de hombre y mujer o de homosexuales".

Aunque sin olvidar nunca sus orígenes armenios -"cada vez puedo ser menos bohemio porque los problemas de Armenia son cada vez mayores y no quiero olvidar mi herencia cultural"-, Aznavour dice de Francia y de Europa: "No creo que haya aumentado verdaderamente la xenofobia porque, a pesar de todo, Europa es el único lugar donde existe una manera de vivir, la mediterránea, con diferentes costumbres, religiones y hasta cocinas. ¡Viva la diferencia!".