Italia, la oportunidad

Nadie ha protestado oficialmente por el hecho de que el BIE (Bureau International des Expositions) de París, pocas horas después de la comunicación italiana de su renuncia a proponer a Venecia como candidata a ser sede de la Expo del año 2000, fuera informada de esa decisión, porque al parecer la mayor parte del país estaba en contra de la candidatura.Sin embargo, la polémica continúa. Ahora la gente se pregunta si ha sido justo que Italia haya perdido tan fácilmente la oportunidad de acoger una exposición mundial, que tanta imagen y desarrollo suele dar a una región.

Los comunistas, por ejemplo, hicieron ayer una interpelación al Presidente del Gobierno para saber si es cierto que existía también una candidatura de la región de Umbria para dicha exposición, y por qué no se había hecho público.

También existe quienes hubiesen preferido, por ejemplo, a Nápoles. Son los que ahora protestan porque un grupo se hubiese empeñado en lo de Venecia, sin ofrecer al BIE una alternativa en el caso de que Venecia declinase el honor.

Por su parte el ministro de Asuntos Exteriores, el socialista Gianni de Michelis, que ha actuado como el gran patrocinador de la candidatura de la Expo del 2000 y que ahora aparece como el gran derrotado, ha dicho que se siente amargado pero "no arrepentido ni desesperado". No será el próximo alcalde de Venecia, "porque me he dado cuenta de que atraigo sobre mí demasiadas energías negativas y no quiero ser pararrayos de nadie", ha comentado con cierto humor.

Pero aunque no llegue a ser alcalde, de Michelis tampoco dimitirá como ministro, como había pedido el presidente del partido republicano Bruno Visentini. En cuanto a Visentini, de Michelis ha comentado que el hecho de haber pedido su dimisión revela que la campaña del republicano estaba dirigida contra su persona y no contra la Expo.