Un arrepentido fue la clave de la 'Operación Rodríguez'
Las declaraciones de un narcotraficante arrepentido, Ricardo Portabales, han servido de punto de partida para la investigación desarrollada por la fiscalía especial antidroga y el juez de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, durante los últimos siete meses, bajo el nombre en clave de Operación Rodríguez, y que culminó ayer con la desarticulación de una importante red de tráfico de droga y blanqueo de dinero que operaba en toda España.
Ricardo Portabales Rodríguez hizo su primera declaración voluntaria ante el juez de instrucción de Pontevedra Luciano Varela el 22 de agosto de 1989. Por aquellas fechas, Portabales cumplía condena de cinco años, por un delito de tráfico de drogas, en la prisión pontevedresa, donde también se encontraban internos famosos contrabandistas como José Luis Charlín Gama y Laureano Oubiña. La declaración judicial del arrepentido trascendió y Portabales fue agredido dentro de la cárcel.Tres meses después de esa fecha, en noviembre de 1989, a la vista de la trascendencia de las revelaciones del arrepentido y de la precariedad de su situación en Pontevedra, Ricardo Portabales fue trasladado a Madrid. A partir de ese momento, la Audiencia Nacional y la fiscalía especial se hicieron cargo del caso, iniciando una investigación que se ha desarrollado con el máximo secreto. únicamente los policías que han intervenido en el caso han tenido informaciones, general mente parciales, sobre lo que se estaba preparando.
Vías de penetración
Amparado por este secreto, Portabales ha realizado durante los últimos meses sucesivas declaraciones en las que ha explicado, con nombres y apellidos, las vías de introducción de cocaína en la península a través de las redes habituales para la comercialización ilegal de tabaco rubio americano. Sus revelaciones ha sido tan espectaculares que los investigadores incluso cuestionaron su estado mental, hasta que diversos análisis psiquiátricos y forenses a los que fue sometido demostraron que se encontraba perfectamente. Portabales fue indultado el mes pasado del delito por el que se contraba condenado, pero ahora vuelve a encontrarse querellado, ya que se encuentra implicado en los hechos que ha denunciado.Hace cuatro meses, cuando las pesquisas ya estaban muy avanzadas, uno de los detenidos ayer en Galicia se presentó ante el juez para tratar de negociar un trato favorable a cambio de determinadas informaciones sobre el caso, que resultaron parciales, informa José Yoldi.
Los dos arrepentidos se encuentran amenazados de muerte por la mafia del narcotráfico. Sus declaraciones sirvieron como base de numerosas investigaciones, algunas de las cuales se centraron en el origen de las fortunas de varios capos ahora detenidos. La operación tomó el nombre en clave de Rodríguez por el segundo apellido de Portabales, y porque fue considerado un nombre muy corriente, que difícilmente podía despertar sospechas acerca de la identidad del arrepentido.
Dinero y armas
En los últimos días, la actividad en el Juzgado central número 5 de la Audiencia Nacional -cuyo titular es Baltasar Garzón- fue frenética. Se prepararon órdenes de detención y de entrada y registro. Las reuniones con los jefes policiales y la fiscalía antidroga se sucedieron. Se decidió que la maquinaria policial y judicial se trasladase a Galicia. Según fuentes de la Dirección General de la Policía, los agentes han encontrado en poder de los detenidos sobre todo documentos que serán examinados a partir de hoy en busca de pruebas que permitan demostrar el blanqueo del dinero procedente del narcotráfico. Las mismas fuentes informaron que los agentes se incautaron de "diversas armas y 10 millones de pesetas en metálico", informa Xosé Hermida. El rastreo de los montes circundantes de Villagarcía fue infructuoso, según los informantes, que añadieron que los detenidos eran trasladados anoche a Madrid.El juez dictó diversos autos de prisión incondicional e incomunicada, para evitar que los presuntos narcotraficantes pudieran confabularse y buscar coartadas.
Las declaraciones de los detenidos se prolongarán al menos durante las dos próximas semanas. Los encarcelados, según fuentes judiciales, serán asistidos en su mayoría por abogados de oficio.
El mayor peso del dispositivo policial lo soportaron los 100 hombres del Servicio Central de Estupefacientes, que desembarcaron en Galicia el pasado fin de semana. Los restantes funcionarios pertenecen a las plantillas de las comisarías provinciales y locales afectadas por el dispositivo, informa Jesús Duva.
La Guardia Civil, que en otro tiempo se distinguió en la represión de los contrabandistas de tabaco, se limitó en esta ocasión a "dar cobertura" al despliegue policial, con la misión de realizar un cerco de carreteras que impidiese la fuga de los reconvertidos (los viejos tabaqueros que hoy se dedican a la droga).
Una vez conocida la operación, el presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, felicitó a las autoridades policiales por su actuación, informa Europa Press. "Estas noticias son las que recibe con agrado y satisfacción la sociedad gallega", dijo.
