El labio leporino se corregirá en el feto, según Ortiz Monasterio
Una técnica desarrollada por el médico mexicano Fernando Ortiz Monasterio, una autoridad mundial en el campo de la cirugia plástica, permitirá corregir el labio leporino durante el periodo fetal sin dejar cicatrices. Consiste en suturar la fisura labial, de origen congénito, durante los prinieros meses de gestación, aprovechando la capacidad regenerativa del tejido embrionario. La intervención se ha practicado hasta ahora experimentalmente en ratas y primates.Ortiz Monasterio participó el pasado rnartes en la reunión conmernorativa del 25º aniversario del servicio de Cirugía Plástica del hospital La Paz, de Madrid. Después de haber obtenido el respaldo de la comunidad científica norteamericana, el catedrático y jefe de servicio de Cirugía Plástica del hospital Gea González, de México, asegura que está listo para empezar a Intervenir mañana mismo el labio leporino en fetos humanos.
Quinto mes de gestación
Según sus cálculos, para que la intervención no deje cicatrices en el recién nacido debe efectuarse alrededor del quinto mes de gestación, casi 30 días después de que este defecto congénito y generalmente hereditario pueda detectarse mediante ultrasonidos. El cirujano emprendió esta investigación después de haber conseguido grandes resultados en la corrección del labio leporino de adultos, aunque con pequeñas señales.Durante los dos últimos años, Ortiz Monasterio ha estado reproduciendo la malformación en embriones de primates, demostrando que si la sutura labial se realizaba entre los 80 y los 110 días de embarazo (la gestación en los primates es de 165 días), las crías no presentaban al nacer ningún rastro de la operación, ni siquiera al microscopio. "Este tipo de intervenciones nos demuestran que existe regeneración celular en el tejido embrionario y que ese ser deconocido que es el feto puede considerarse un objeto quirúrgico", afirma Ortiz Monasterio.
El motor de su investigación se basa en "una actitud de inconformidad permanente en la búsqueda del sueño imposible que es la excelencia", explica el cirujano. Y la excelencia en cirugía plástica para él no tiene límites.
En total desacuerdo con el sector profesional que denosta la cirugía estética -"toda cirugía reconstructiva tiene un componente estético"-, Fernando Ortiz Monasterio trabaja actualmente en el perfeccionamiento de la microcirugía aplicada al esqueleto.
No basta con operar una nariz o corregir el grado de inclinación de unos Ojos. El soporte ideal, casi griego, que él concibe para el rostro le lleva a efectuar complicadas operaciones en los huesos craneofaciales. Así un paciente que busca corregir su apéndice nasal puede salir del quirófano con algunos centímetros menos de mandíbula, "porque la belleza", Insiste Ortiz Monasterio, "depende de la relación armoniosa entre los segmentos de la cara".
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