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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

El futuro de los inquilinos

Me refiero al artículo del 20 de mayo de 1990 del suplemento Negocios -Con la casa acuestas- relacionado con el proyecto de intenciones del Gobierno de desgravar o deducir por alquiler de vivienda.Tal proyecto y la información confusa que hasta la fecha ha ofrecido el departamento de Hacienda, nos motiva a enviarle esta carta, con objeto de presentar algunos interrogantes en relación con dicho tema de actualidad.

1. Hasta ahora parece que se trata simplemente del intento de dar cumplimiento a una promesa electoral, con vistas al potencial inquilino de potenciales e inexistentes viviendas en régiman de alquiler. Nos preguntamos si ha leído el señor Borrell el reciente estudio del MOPU en relación con la estructura del sector.

2. Se olvida el Gobierno que en dicha disposición fiscal hay dos agentes fundamentales: elarrendador y el arrendatario de viviendas. Si la oferta de viviendas en alquiler en España es mínima (próxima al 11 %, en Alemania supera el 50%), ¿en que forma, y por parte de qué milagro urbanístico va a surgir una oferta adecuada a las necesidades nacionales de viviendas en régimen de alquiler? ¿Van a desgravar o deducir también aquellos arrendatarios que disfrutan tan ricamente viviendas de rentas congeladas, para seguir "estimulando el ahorro nacional a invertir en tan lucrativo sector?".

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3. Para que dicha disposición tenga efectividad es necesario previamente hacer una revisión en profundidad de la actual Ley de Arrendamientos Urbanos, auténtico cuello de botella de la actual situación que regula la oferta de alquileres urbanos. Cualqur otra pretensión voluntarista del Gobierno es pura demagogia electoral.

4. Finalmente, me reitero en mi pronóstico diciendo (y deseo equívocarme) que la información que ha llegado hasta ahora a los infelices aspirantes a una vivienda en alquiler es puro surrealismo fiscal, por la sencilla razón de que éstas no existen, ni existirán, sin una previa y clarificadora ley de promoción, rehabilitación e incentivacíón, que permita la creación del parque urbanístico adecuado a satisfacer dicha demanda social-

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