_
_
_
_

Andalucía inicia el día 7 una campana electoral marcada por el 'caso Juan Guerra'

La batalla por el voto en Andalucía, que se inicia oficialmente el día 7 con la apertura de campaña, parte de la hegemonía socialista en la región, pero se presenta reñida y, de algún modo, envenenada por los acontecimientos derivados del caso Juan Guerra y por la ciega presión que vienen ejerciendo los grupos opositores al partido en el poder, que goza y está convencido de mantener la mayoría numérica, plasmada en los sondeos. El PSOE se enfrenta en esta campaña a un enemigo que a primera vista no posee sus mismas fuerzas políticas ni electorales, pero que ha trazado su estrategia en la descalificación y, en definitiva, en el ruido populista: el PA, actualmente en alza, que lidera el alcalde de Jerez, Pedro Pacheco.

Pese a que en un principio se creyó que la sustitución de José Rodríguez de la Borbolla como candidato por el ex ministro Manuel Chaves iba a hacer mella en el sólido control socialista sobre la región, a lo que habría que unir un previsible deterioro en su tradicional electorado por el caso Juan Guerra, el hecho de que aquel sea un hombre procedente del Gobierno de la nación le da ya una cierta ventaja no sólo en popularidad, sino también como gobernante.Chaves, que en estos días de precampaña ha recurrido al mensaje institucional y hace oídos sordos a los casos Guerra y Naseiro, no cesa de repetir que la única alternativa a su partido en Andalucía es la derecha.

La derecha en Andalucía, que se está organizando coincidiendo con la llegada de José María Aznar a la presidencia del PP, aún no ha llegado a cuajar en la región y acude a estas elecciones salpicada de enfrentamientos internos, de polémicas relacionadas con las listas y de dimisiones por descontentos. El último parte de incidencia fue protagonizado por el secretario regional del PP, el granadino Juan de Dios Martínez Soriano, quien, tras ser eliminado de la lista de su provincia, decidió voluntariamente marcharse a casa.

Los socialistas, en cambio, pese a que hasta última hora no resolvieron el nombre del candidato, después de que la sombra de Juan Guerra se cargara a Leocadio Marín, que dejó la presidencia de la Cruz Roja española para emprender una campaña que nunca inició en la calle, han sido más cautos en la elaboración de las listas y han resuelto las candidaturas sin problemas.

Un pacto de caballeros entre José Rodríguez de la Borbolla, ya preparando su vuelta como profesor de la cátedra de Derecho del Trabajo a la Universidad sevillana, y el candidato Chaves resolvió la inclusión de todos los consejeros del actual Gobierno andaluz. Sólo, en el último momento, quedó sin so lucionar el futuro de Miguel Manaute, el consejero de Agricultura marcado por la peste equina, pero el propio político después de ver su nombre saltando de provincia en provincia, prefirió no presentar batalla. Guerristas y borbollistas parecen que han tendido un paréntesis a su batalla particular hasta después del 234.

La polémica también saltó a Izquierda Unida a raíz de unas declaraciones del alcalde comunista de Córdoba, Herminio Trigo -el sustituto de Julio Anguita-, en las que se mostraba disconforme con la elección de Felipe Alcaraz como cabeza de lista de la coalición.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_