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"Mi vida on Stephen ha sido intensa"

Jane Hawking, esposa de Stephen W. Hawking, el científico británico de 48 años que sentó la base teórica de la existencia de los agujeros negros del espacio, es la encarnación del tesón, el entusiasmo y la lucha en la vida. Sus ojos azules aún siguen brillando con la misma intensidad que cuando se enamoró, hace poco más de 25 años, del que está considerado actualmente como un genio de la fisica teórica."Me siento feliz de visitar de nuevo España", dice, "y especialmente en esta ocasión, porque por fin asisto a la presentación de ADELA. Cada viaje yo Insistía en la necesidad de que se creara una asociación de ELA similar a las que existen en otros países, pero mis palabras no tenían ningún eco. Afortunadamente, ahora veo que ADELA se ha constituido y le deseo que alcance importantes logros para los pacientes españoles de ELA".

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Jane Hawking, que es profesora de Español y Francés en un instituto de Cambrídge (Reino Unido), conoció al hombre que es su marido cuando ya le había sido diagnosticada la enfermedad, pero nunca vaciló en casarse con él: "Stephen tenía una personalidad arrolladora y era muy divertido. Yo enseguida intuí que era un genio, me enamoré y decidí unirme a él a pesar de que le habían dado dos años de vida".

Desde aquel pronóstico médico han transcurrido 27 años y el matrimonio Hawklng celebrará sus bodas de plata este mes de junio. "Ha habido momentos muy duros", admite, "pero también grandes éxitos que hemos cosechado juntos; el primero de ellos, nuestros tres hijos, de 23, 19 y 11 años, respectivamente. Mi vida a su lado ha muy intensa, alejada de la rutina".

Jane Hawklng ha escrito en lengua castellana un cuento donde narra su aventura personal y familiar con un enfermo de ELA, y ha donado los derechos de autor a ADELA. En este pequeño relato, la señora Hawking cuenta cómo se fue produciendo el desarrollo de la enfermedad de su marido, desde que empezó a tener problemas para andar hasta quedar definitivamente recluido en una silla de ruedas y tener que comunicarse a través de una computadora por no poder hacerlo verbalmente.

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