_
_
_
_
_
REPATRIACIÓN DE INMIGRANTES

"No hay derecho a lo que han hecho con nosotros"

Dos expulsados llevaban cerca de 15 años en España y uno es dirigente de CC OO

A. P. / F. R. ENVIADOS ESPECIALES "España no vale"; "no hay derecho a lo que han hecho con nosotros"; "si hubiera imaginado que me iba a pasar esto, jamás habría ido a España", repiten una y otra vez 20 marroquíes, después de la pesadilla vivida tras su detención, en la provincia de Barcelona, y su posterior expulsión de España por orden judicial. Saben que ahora, en Tánger, les espera la segunda parte de la pesadilla: el paso por las dependencias de la policía marroquí.

Más información
La primera tanda de trabajadores marroquíes expulsados de España llega a Tánger
Partidos políticos catalanes piden la reforma de la ley de extranjeña

Los repatriados no se muestran especialmente asustados -todos tienen su pasaporte en regla y no existen cargos contra ellos en Marruecos-, pero están intranquilos. En manos de la policía de Hassan nunca se sabe lo que puede ocurrir. La mayoría de los deportados son de Nador, una ciudad costera al sur de Melilla. Ahora volverán a ver a sus familiares, pero, ¿y después?Mohamed Ibini trabajó de maestro durante tres años antes de marcharse de Marruecos. "No pienso volver a poner los pies en España", dice. "Mís padres viven en Alemania. Este verano iré a visitarlos. Si me gusta igual me quedo allí".

Mohamed Abdelkáder está hundido. Nació en Argelia hace 35 años, aunque tiene la nacionallidad marroquí. En 1975, a causa del conflicto entre ambos países, fue expulsado por las autoridades argelinas. "Y ahora me sacan de España. No entiendo nada. ¿Qué sentido tiene vivir?: más me valdría ponerme una soga al cuello". Abdelkáder llevaba 13 años en España. Ha tenido permisos de residencia temporales, el último de los cuales expiró el 17 de mayo. "Me estaba renovando los papeles", agrega. Cuenta que la policía le preguntó cómo era posible que en 13 años no tuviera documentos en regla. "No sé leer ni escribir, les contesté".

Los mismos años, e incluso alguno más, llevaba trabajando en España Driss Nablousi, delegado de Comisiones Obreras (CC OO) y dírligente de dicho sindicato en la zona de Vie.

Cuando la policía marroquí le ponga en libertad, Taxbi Mohamid, de 34 años, que trabajó ocho meses en la empresa Puigneró de Vie, irá a Nador a darle una sorpresa a su mujer y sus tres hijos. Después cogerá el primer barco para España. "Mi familia necesita el dinero", afirma.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Pocos confiesan su voluntad de regresar. Tal vez sea cierto que alguno de ellos dejó Marruecos no por falta de trabajo, sino porque quería "mejorar". Así lo asegura Mohamed Ibini, quien denota una buena formación cultural y habla francés e inglés: "Aquí vienen muchos europeos y cuando los vemos nos preguntamos ¿por qué no podemos hacer como ellos?". Pero la mayoría ni fue a España por turismo ni ganará en Marruecos las míseras 400 pesetas por hora que cobraba en Vic

.Rumbo a Marruecos

"Apunta, sigue apuntando, que no pasa nada", dice el policía marroquí que se pasea por el barco de la línea Algeciras-Tánger mientras sus compatriotas explican sus tragedias europeas. Mohamed Errahmeni le lanza una mirada de desconfianza. Muestra azuzándole el certificado de residencia en España que le expidió el Consulado de Marruecos, mientras rememora cori desprecio cómo la policía golpeo la puerta de su casa en Palafrugell (Gerona) cuando le fue a buscar. "Dejé maletas y dinero porque los guardias nunca dan tiempo para nada", afirma Errahmeni, a quien casi ni le consolará ver el estirón que ha pegado el hijo de meses que dejó en Marruecos hace dos años.

Faltan menos de 30 minutos v la costa de Africa se divisa con nitidez. Los ánimos se empiezan a calentar. Omar Ramhud, de 23 años, que fue detenido mientras dormía, explica con rabia que, tras ser detenido, un policía le, golpeó cuando pidio ayuda para aliviar el asma. Sald se hace el remolón y el poficía marroquí le empuja. Tánger se divisa al fondo. Se hace el silencio. Después de atracar en el puerto, el grupo desaparece en un furgón marroquí. Los repatriados han vueltoa ser detenidos preventivamente.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_