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40 países, la Comunidad Europea y el BEI forman el banco de ayuda al Este

El presidente francés, François Mitterrand, rodeó ayer de la máxima solemnidad la firma en París de los estatutos del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD). En el curso de una ceremonia desarrollada en el palacio del Elíseo, los representantes de los 42 accionistas del BERD -40 Estados occidentales y del CAME más la Comunidad Europea como tal y el Banco Europeo de Inversiones- rubricaron el nacimiento de esta entidad destinada a canalizar la ayuda económica a los países de Europa del Este.Numerosos ministros de Asuntos Exteriores y de Economía y Hacienda, entre ellos el español Carlos Solchaga, participaron en la ceremonia del Elíseo. La nutrida presencia en París de ministros y directores de bancos centrales se debió al hecho de que hoy comienza en la capital francesa una cumbre de la OCDE.

El acto de ayer, un triunfo personal de Mitterrand y su consejero especial Jacques Attali, sólo estuvo empañado por el enfado holandés. Ni el ministro holandés de Exteriores ni el de Finanzas participaron en la ceremonia, para subrayar el disgusto de su país por el hecho de que los grandes de¡ BERD hayan decidido atribuir a Londres la sede de la entidad y a Jacques Attali la primera presidencia. a. Holanda había presentado las candidaturas de Amsterdam, para la sede y e Onno Ruding para la presidencia, y esperaba tener éxito en alguna de sus reclamaciones. El Gobierno holandés, no obstante, ha decidido no poner en cuestión su participación en esta nueva institución y su embajador en París firmó sus estatutos.

Dificultades

David Mulford, secretario adjunto del Tesoro de Estados Unidos, declaró ayer al diario Le Monde que el Congreso nortearnericano puede dar su aprobación al BERD antes de fin de año, aunque recordó que la batalla parlamentaría será dura. Numerosos congresistas norteamericanos son contrarios a la idea misma de esta entidad y aún más a la presencia en su seno de la URSS.

El BERD es la primera gran institución económica y financiera internacional nacida tras la Segunda Guerra Mundial en la que Estados Unidos no ha desempeñado un papel motor. El BERD es el fruto de una iniciativa de Mitterrand, pronto apadrinada por la CE, que en su conjunto detenta la mayoría del capital. Estados Unidos participa en el BERD con un 10% pero, según afirmó Mulford, considera al BERD como " un banco regional y sobre todo europeo".

"En la actualidad", dijo al citado diario francés el secretario adjunto del Tesoro, "hay numerosos países poderosos en Europa occidental que pueden y deben ayudar a Estados Unidos a llevar la carga de la recuperación y la transición hacia la economía de mercado de la Europa del Este. No era este el caso en los años que siguieron a la Segunda Guerra mundial, cuando fueron creados el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial".

La URSS es socio y beneficiario de' la nueva entidad, pero , dada la oscura situación de su evolución hacia la libertad y el mercado, su situación en el BERD es diferente de la de países como Polonia, Checoslovaquia o Hungría. Durante un periodo transitorio de tres años, la URSS sólo podrá tomar prestado del BERD una cantidad equivalente a su contribución al capital de la entidad, el 6%. Para alterar esa situación será precisa una votación favorable de más del 85% del accionariado del banco.

Durante sus primeros cinco años de funcionamiento el BERD tendrá una capacidad de préstamos de 12.000 millones de dólares, de los cuales el 60% estarán destinados al naciente sector privado de la Europa del Este o a empresas públicas en vías de privatización. El 40% restante irá a préstamos al desarrollo y a empresas estatales.

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