Nuria Espert estrena en Valencia una obra de Hisashi Inoue

La obra del dramaturgo japonés Hisashi Inoue Maquillaje, dirigida por Koichi Kimura, se estrena esta noche en Valencia en la sala Rialto, del Centre Dramátic de la Generalitat. El mayor aliciente del montaje se centra en el retorno de Nuria Espert al trabajo de actriz, después de un periodo de cinco años en los que ha estado dedicada únicamente a la dirección de ópera y teatro.Coproducida por el Centre Dramátic de Valencia y la Compañía de Nuria Espert, la obra es un monólogo en el que una vieja actriz de una compañía de teatro popular japonés, endurecida y desesperada, reflexiona sobre su situación en una modesta sala que va a ser demolida.

Espert descubrió la obra hace dos años en Tokio y decidió que quería interpretarla. El proceso, según ella misma ha confesado, resultó complicado pero se ha hecho realidad porque el Centre Dramátic de Valencia le ofreció el apoyo necesario y porque dispone de una pequeña sala, en la que la actriz se ha sentido a gusto para preparar el montaje con tranquilidad.

Maquillaje se estrena en el marco del encuentro de teatros públicos que, desde el pasado día 3, se celebra en Valencia. La obra que protagoniza Nuria Espert es el mayor atractivo del programa de este encuentro, junto con el estreno de En la soledad de los campos de algodón, de Bernard Marie Koltés.

Nuria Espert, que estos últimos meses ha dirigido Electra en Barcelona, la Traviata en Madrid y Madame Butterfly en Glasgow, tiene previsto llevar Maquillaje a Zaragoza y Logroño, una vez terminen el próximo día 3 de junio las representaciones en Valencia. El montaje viajará a Madrid y Barcelona en otoño. Mientras tanto, la actriz dirigirá, en agosto, una versión en japonés de La casa de Bernarda AIba en Tokio.

Riesgo y ambición

El trabajo de Espert en esta obra, que ella misma ha calificado de "pequeño en dimensiones, pero grande en ambición y en riesgo" se ha desarrollado durante estos últimos meses en Valencia en un ambiente de reserva y de exigencia, en el que la compenetración de la actriz con el director y la dificultad de trasladar la cultura nipona al público occidental han supuesto un notable esfuerzo."Se trata de una aventura arriesgada", ha explicado la actriz. "Si este espectáculo no gusta, de todas maneras será una de las cosas más hermosas que habré hecho. Me juego mi carrera porque voy a hacer algo en lo que puedo estar patética y ridícula".

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