Fernando Lozano: "No estoy en la feria por enchufe"

Esta tarde debuta en Madrid y confirma su alternativa el diestro Fernando Lozano, hijo de Pablo Lozano y sobrino de Eduardo y José Luis Lozano, empresarios de Las Ventas. El torero afirma que está en la feria por merecimientos propios: "No vengo por enchufe, sino porque mis buenas campañas anteriores me avalan y justifican". Actúa con dos ríguras, Roberto Domínguez y Ortega Cano, que hoy hacen el primero de los tres paseíllos que tienen contratados en la feria. A Lozano le queda otra tarde, la del día 21, también con figuras. Los toros pertenecen a la ganadería de Sepúlveda.

Lozano nació en la capital de México, país en el que su padre seguía su carrera taurina, hace 26 años, aunque se considera madrileño: "Aquello fue un accidente, ya que antes de los dos años ya estaba aquí".Añade que espera el favor de sus paisanos, aunque no busca ser sólo un torero de Madrid, sino de toda España. Tomó la alternativa en Valencia en 1987 y realizó en 1988 y 1989 dos temporadas con muchos festejos y triunfos, aunque no vino a Madrid, de lo que culpa a Manuel Chopera, anterior empresario de Las Ventas: "Mi idea era hacerlo, pero nunca ofrecía condiciones interesantes, como si no quisiera que debutara aquí".

Como ejemplo de lo que dice, continúa sus argumentaciones señalando que ha hecho el paseíllo varias veces en pueblos ferias de la Comunidad madrileña como San Sebastián de los Reyes, Colmenar Viejo y Alcalá de Henares, donde hace menos de un mes cortó tres orejas: "En esos festejos creo haber sufrido en parte el examen de ingreso de esta afición, sin duda, la más entendida del mundo".

Añade que hoy viene dispuesto a superar el examen de Bachiller y se muestra optimista por dos razones: "Primero porque los toros de Sepúlveda con los que ya triunfé en mi alternativa, son de mis favoritos; y, segundo, porque conozco a éste público y lidiaré como le gusta, con reposo y haciendo las cosas muy bien".

Máxima figura

Su padrino en la ceremonia de esta tarde es Roberto Domínguez, que se muestra orgulloso de venir en tres ocasiones a la feria: "Desde que inicié mi carrera taurina soñé con actuar en San Isidro como máxima figura y lo he conseguido". El diestro vallisoletano, de 37 años y ya con 19 de matador de toros, reapareció el domingo en su tierra tras recuperarse del percance que sufrió en la pasada Feria de Abril sevillana.

Domínguez agrega que esa recuperación es total y que lo va a demostrar en el ruedo para seguir cumpliendo sueños: "Ahora intento lograr lo que antes, cuando no era figura, no pude, corno salir a hombros o ser el máximo triunfador" '

Ortega Cano, 36 años y 17 de alternativa, también se refiere a la salida por la puerta grande, que ya obtuvo en 1987 y 1988:"Me acostumbré y acostumbré a la afición, que se enfadará conmigo, como en la temporada anterior, si no soy capaz de repetir".