Yázov: "El peligro de guerra sigue existiendo"
El ministro de Defensa soviético, Dmitri Yázov, advirtió ayer en la plaza Roja de Moscú que aún existe peligro de guerra, y alabó las ventajas del socialismo que permitieron vencer en la última conflagración mundial. El mariscal Yázov habló minutos antes de que comenzara un desfile militar para celebrar el 45º aniversario de la victoria de la Unión Soviética sobre la Alemania nazi. Aunque "bajo la influencia de las profundas transformaciones" que tienen lugar en la URSS ha habido "grandes cambios positivos" y "el diálogo está sustituyendo al enfrentamiento", el "peligro de guerra continúa existiendo", advirtió Yázov.
"En estas condiciones", añadió, Ia URSS mantiene su capacidad defensiva a un nivel necesario y suficiente", al tiempo que realiza una radical "reforma militar". Yázov dijo que los soviéticos vencieron a los alemanes no sólo en los campos de batalla, sino también "económicamente", gracias a las ventajas inherentes al socialismo.Yázov reafirmó, asimismo, la lealtad de las Fuerzas Armadas al Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS). "Los militares soviéticos, junto con todo el pueblo, participan activamente en la realización de la política de perestroika elaborada por el PCUS y el Gobierno, aprueban y respaldan la plataforma del Comité Central del PCUS al XXVIII Congreso del partido", que se abre el 2 de julio.
Yázov habló desde la tribuna del mausoleo de Lenin, donde se encontraban el presidente, Mijaíl Gorbachov; el primer ministro, Nikolái Rizhkov; el presidente del Parlamento, Anatoli Lukiánov, y, otros dirigentes. Ésta es la primera vez que este desfile militar se realiza por orden del presidente y no del ministro de Defensa. Otra novedad consistió en que, junto con los soldados, desfiló un grupo de veteranos. La muestra de material de guerra no constituyó esta vez una demostración de fuerza, durando apenas un cuarto de hora. El público pudo ver los tanques T-34, que combatieron en la II Guerra Mundial, y los nuevos T-80.
También en el Báltico
El desfile moscovita tuvo su réplica en las restantes capitales de la URSS, incluidas las de las tres repúblicas bálticas que pretenden recuperar su independencia.La glásnost, es decir, la transparencia informativa, ha levantado el tabú que existía con respecto al ejército y éste se convirtió en objeto de duras críticas. Se le critican los abusos que hay en su seno, su actuación en Afganistán, el haber aplastado a los georgianos en Tbilisi y a los azeríes en Bakú, se le critica por defender el imperio... Los militares ya no son héroes dignos de imitar, y los jóvenes cada vez más a menudo se niegan a ir a filas.
La retirada de los ejércitos
Los países de Europa del Este exigen que los soldados soviéticos se retiren, y en la URSS no saben qué hacer con ellos, pues ni siquiera les pueden dar viviendas. El descontento de los militares aumenta con la reducción de los efectivos en el interior del país y la reconversión de la industria de guerra, que amenaza a muchos con el desempleo o con una baja de sus ingresos.La reforma militar impulsada por Gorbachov despierta la desconfianza de numerosos oficiales. El presidente soviético dijo el pasado martes en el teatro Bolshói no estar satisfecho con la actual situación en el ejército y habló, entre otras cosas, de "reconsiderar" el papel de los órganos políticos en su seno. Algunos se preguntan si no querrá eliminar estos puestos de control del PCUS en las Fuerzas Armadas, como exigen muchos diputados ahora que, la Constitución ha reconocido el pluripartidismo en la Unión Soviética.
Los defensores del ejército ven en él la única fuerza capaz de impedir que el sistema político cambie y de conservar la integridad de la URSS.
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