Francia pagará dos millones de dólares para zanjar el 'asunto Rainbow Warrior'
El contencioso jurídico entre Francia y Nueva Zelanda a propósito del asunto Rainbow Warrior -el buque de la organización ecologista Greenpeace hundido en 1985 en Auckland (Nueva Zelanda) por los servicios secretos franceses- ha llegado a su término. Francia no devolverá a los dos oficiales implicados en el atentado (en el que murió una persona); a cambio, destinará dos millones de dólares (unos 208 millones de pesetas) a crear un fondo de amistad con Nueva Zelanda.Tal ha sido la sentencia emitida en Nueva York por el tribunal internacional de arbitraje reunido a petición de ambas partes. El tribunal ha condenado moralmente a Francia por "violación. sustancial y continuada" de sus compromisos con Wellington.
El 10 de julio de 1985 los servicios secretos franceses hundieron en el puerto neozalandés de Auckland el barco Rainbow Warrior, que pretendía oponerse a las pruebas nucleares francesas en el Pacífico. El escándalo desencadenado por el atentado, en el que murió un fotógrafo portugués de Greenpeace, provocó la dimisión del entonces ministro de Defensa francés, Charles Hernu. Dos agentes franceses, el comandante Mafart y la capitana Prieur, fueron detenidos por la policía neozelandesa y condenados a 10 años de prisión por su participación en el atentado.
Una mediación de la ONU entre París y Wellington permitió que esa sentencia fuera conmutada por tres años de residencia vigilada en el deshabitado atolón de Hao, en el Pacífico.
Francia no cumplió su palabra: repatrió a Mafart y Prieur antes de cumplir su condena los ascendió a teniente coronel y comandante, respectivamente. París y Wellington decidieron entonces someterse al arbitraje.
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