El comunismo ha fracasado
En una carta publicada en EL PAÍS el pasado 21 de abril, alguien se permitía dudar acerca del fracaso del comunismo como modelo eficaz para conseguir una sociedad más justa y equilibrada, y despreciaba además la libertad que nos ofrece nuestro sistema capitalista.Es cierto que la verdadera libertad en nuestra sociedad democrática pasa primero por la independencia económica, y que, por tanto, esta libertad es, en muchos casos, sólo teórica; pero con todo, es nuestro sistema mucho más justo que el sistema comunista, ya que, cuando menos, tenemos el derecho de elegir con nuestro voto a aquellos que han de gobernarnos.
Esta libertad, en mi opinión, no puede ser eliminada a cambio de construir una sociedad comunista pretendidamente igualitaria. Pretendidamente porque el comunismo ha demostrado claramente su ineficacia para eliminar las desigualdades y la pobreza. Con los altos funcionarios del partido y del Estado se ha construido una elite cuyo modo de vida es muy distinto del de cualquier ciudadano medio de cualquier país comunista. Y tampoco la pobreza y la marginación se han eliminado. Solamente se ha acabado con la riqueza privada, y con ello se ha destruido toda posibilidad de verdadero progreso.
El comunismo ha fracasado, y la mejor prueba de ello la constituyen los hechos: los países del Este se vuelven ahora hacia Occidente, buscando en el sistema capitalista una posible salida a la crisis en la que se encuentran inmersos-. Vicente Rubio.
Al leer la carta
de Jaime Vázquez Fernández, de Las Rozas, Madrid, que titula El comunismo no ha fracasado, me ha hecho recordar muchísimas anécdotas producidas entre viajeros españoles y ciudadanos de los países en los que se practica o practicaba el socialismo real.Creo que la más significativa de estas anécdotas se produjo hace dos años, durante un viaje por Checoslovaquia, cuando uno de los viajeros españoles le ensalzaba las condiciones de vida de Checoslovaquia al guía local, el cual, después de oír sus constantes comentarios laudatorios, le dijo: "¿Oiga, me está hablando de su país o del mío? Porque eso que me cuenta aquí no existe. No sé en España".- Carlos M. Fernández.
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