El partido socialista tiene una deuda de más de 8.000 millones con los bancos

La deuda que tiene el PSOE con la banca supera en la actualidad los 8.000 millones de pesetas, según han confirmado fuentes del sector especializadas en el seguimiento del riesgo bancario de los partidos políticos. La cifra señalada, que no incluye las deudas con proveedores, se refiere a préstamos con todo tipo de plazos de devolución (corto, medio y largo). El papel de moroso no es exclusivo del primer partido de este país todas las formaciones políticas importantes tienen que recurrir a los créditos bancaripos como fuente principal de financiación de sus actividades .

Contrastar con el PSOE el saldo de deudor que se le asigna en medios del sector bancario ha resultado una tarea imposible, puesto que la tesis oficial (le su aparato de finanzas, dirigido por Guillermo Galeote, consiste en que sólo están obligados a explicarse ante el Tribunal de Cuentas.Sin embargo, la cuestión del endeudamiento con la banca fue la clave de las negociaciones celebradas entre los tesoreros y portavoces de los principales grupos parlamentarios, hace poco más de tres años.

De estas conversaciones salió la vigente Ley de Financiación de los Partidos Políticos. La parte menos conocida de aquella negociación estuvo concentrada en el intento de endosar al Estado toda la deuda acumulada hasta entonces por las organizaciones políticas -una especie de amnistía-, con la idea de partir de cero.

Al final, el endoso de la deuda al Estado fue desechado, debido a la "mala presentación" que hubiera tenido ante la opinión pública, según han manifestado algunas de las personas que participaron en la negociación. En su lugar, se acordó incrementar sustanciosamente los recursos públicos destinados de forma no condicionada a. las fuerzas políticas, con la idea de restablecer su maltrecho equilibrio financiero.

Recursos insuficientes

El resultado del acuerdo ha sido la entrega por parte del Ministerio del Interior de 30.000 millones de pesetas a los partidos políticos, durante los tres años largos de vigencia de vigencia de la ley de financiación. El 51 % de ese dinero se lo ha llevado, por cierto, el partido que dirige Felipe González. Pero tan importantes recursos económicos procedentes de las arcas públicas siguen siendo insuficiente para cubrir las necesidades de las organizaciones políticas. Curiosamente los datos que los partidos declaran al Tribunal de Cuentas -el organismo encargado de su fiscafización- no reflejan la gravedad de su situación financiera.

Por ejemplo: el PSOE declaró un superávit de 1.044 millones de pesetas en 1987. Pero, mientras tanto, su tesorero de aquella época, Emilio Alonso, preparaba -con motivo del 31º Congreso- un alarmante informe dirigido a los militantes, en el que denunciaba que el PSOE estaba viviendo muy por encima de sus posibilidades.

No menos extraña resulta la información oficial referida al primer partido de la oposición, el Partido Popular -antes, Alianza Popular- El partido de Manuel Fraga declaró haber conseguido un superávit de 359 millones en ese período. Sin embargo, AP se había quedado "sin reservas de ningún tipo" el año anterior, como se reconocía explícitamente en un informe interno sobre el estado de la tesorería popular, hasta entonces dirigida por Angel Sanchis (véase EL PAÍS del viernes pasado). Desde entonces, la salud financiera del PP ha empeorado.

El objetivo perseguido con la Ley de Financiación de los Partidos, que era la eliminación o reducción de sus deudas, ha fracasado por completo. Los principales partidos cada vez deben más dinero a los bancos.