Sebastià Serrano gana el Premio Ramon Llull con una novela de tema olímpico

La novela Elógi de la passió pura, de Sebastià Serrano, resultó ganadora anoche del Premio Ramon Llull de Novela Catalana, patrocinado por Editorial Planeta y dotado con tres millones de pesetas. Flor romanial, del mallorquín Antoni-Lluc Ferrer, fue proclamada finalista en un acto celebrado en el Hotel Ritz. Elógi de la passió pura se estructura alrededor de un atleta, también poeta, que practica los 1.500 metros. A lo largo del recorrido, y con fondo de Juegos Olímpicos, se intercalan reflexiones sobre la comunicación, la filosofía del deporte y de la vida, y sobre la buena comunicación entre el cuerpo y la mente.

Sebatiá Serrano, nacido en Bellvís (Lleida), es profesor de Lingüística en la universidad de Barcelona y ya había sido finalista del Ramon Llull en 1985 con su primera novela, La paradoxa. En 1974, ganó el Premio Anagrama de ensayo con la obra Elementos de lingüística matemática, definida por Serrano como "un intento de aproximación de la matemática a la investigación lingüística".Elogi de la passió pura, que es probable que sea el nombre con el que se publique la novela, aunque en la plica figuraba La mirada infinita como nombre definitivo, está estructurada en dos partes. Según Serrano, Ia primera parte es una narración en primera persona, nada autobiográfica, en la que el personaje central es un atleta que además escribe poesía. El atleta practica los 1.500 metros en un contexto que se sitúa poco antes de la celebración de los Juegos Olímpicos de Moscú, mientras piensa que puede participar en ellos".

"La segunda parte de la novela", prosigue Serrano, "se sitúa siete años después, poco después de que Barcelona sea nominada sede de los Juegos Olímpicos de l992". Serrano, como en su novela anterior, utiliza la trama argumental para insertar en ella sus reflexiones acerca de distintos temas. "Más que reflexiones lingüísticas", señala, "se trata de reflexiones sobre comunicación, sobre filosofía del deporte y sobre filosofía de la vida. El núcleo podría ser la búsqueda de una buena articulación entre el cuerpo y la mente".

La novela finalista, Flor romanial, de Antoni-Lluc Ferrer, es una obra centrada alrededor de la novela Flo Lavigne, de Lloreng Villalonga. La novela, según un miembro del jurado, es muy intelectual y se centra en el mundo de los literatos mallorquines.

La tercera novela situada en el grupo final fue El cas Voltor, de Quim Soler. La novela narra un desengaño amoroso que se inicia con una castración. A la actual edición del Premio Ramon Llull de Novela Catalana se habían presentado más de 70 obras, de las que 11 pasaron a la final. Entre los finalistas había tres seudónimos, uno de los cuales era el del ganador, que se presentó con el nombre de Borja Miró. Serrano manifestó que se presentó con el seudónimo como medida de seguridad y que el nombre de protección se lo había propuesto su hija.