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Homenaje al poeta Jose Ángel Valente en Orense, su ciudad natal

Xosé Hermida

Desengañado por los resultados de la transición y la actitud de los intelectuales ante el poder, el poeta José Ángel Valente, premio Príncipe de Asturias en 1988, tan sólo aceptó recibir un homenaje en Orense, la ciudad en la que nació en 1929, después de que le prometiesen que en el acto no habría ninguna participación institucional. Más de 40 años ausente de su tierra no impiden a Valente seguir considerándose un escritor gallego y sobre todo "un hombre de la periferia", aunque ya se sabe "que los gallegos nacemos en Galicia para irnos lejos".Un grupo de amigos de Orense -ciudad a la que él suele referirse con el nombre literario de Augasquentes (aguas calientes)- le rindió el viernes un homenaje en el instituto en que cursó el bachillerato y escribió sus primeros versos en gallego. El pasado miércoles pronunció una conferencia en la facultad de Filología de Santiago de Compostela.

Exilio

Desde 1948 no había vuelto a pisar las viejas calles de Santiago. En esta ciudad inició José Ángel Valente,a sus 17 años, la carrera de Derecho, una equivocada vocación que corregiría poco tiempo después para dedicarse a la filología y la literatura. Hasta entonces nunca había salido de Galicia pero al año siguiente tomó la decisión de continuar sus estudios en Madrid. Y de allí se marchó a unexilio que probablemente ya nunca terminará: Oxford, Ginebra, París, Almería...."Volver es una manera de quedar para siempre. Hay un regreso necesario al origen, que a la vez es necesario pero es imposible". Valente parece ensayar esta aparente paradoja de vuelta a una tierra en la que él mismo se reconoce pero donde ha sido escasamente difundido e insuficientemente valorado.

El premio Príncipe de Asturias de hace dos años comenzó escribiendo en gallego, pero su marcha al extranjero y su trabajo como traductor para las Naciones Unidas y la Unesco acabaron convirtiéndole en un poeta en castellano. Aún así, ha publicado una colección de versos en gallego, Cantigas de Alén, que se ha reeditado estos días, y él mismo se considera un escritor "reconociblemente gallego, marcado de manera muy intensa por la tradición de los cancioneros gallegoportugueses y, desde luego, por la poesía de Rosalía de Castro".

José Ángel Valente, que define el exilio como "una posición connatural al escritor", reside de nuevo en España desde el pasado año en una casa de Almería en la que ya hace tiempo que solía pasar algunas temporadas. La elección del lugar tiene que ver con razones de envejecimiento biográfico -"cuando uno avanza hacia la oscuridad de la vida personal, busca la luz solar"- y porque volver a Galicia sería ya imposible a estas alturas de su vida. "Me fui al Sur", explica "porque quería seguir conservando algo que, cuando uno vive fuera de su territorio nativo, es muy importante. Algo que se va convirtiendo en una especie de se gunda naturaleza y es una con ciencia de extranjería, que final mente lo termina constituyendo a uno. Yo no podía volver a Galicia conservando esa extranjería porque yo pertenezco a Galicia Tenía que ir a un lugar al que no perteneciera. Me he acostumbrado a no ser del sitio donde estoy y eso me da una distancia de las cosas".

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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