La policía descarta a ETA en la muerte de un presunto traficante

La unidad de policía científica de la Policía Municipal de Bilbao ha afirmado que hay indicios suficientes para descartar la responsabilidad de ETA en la muerte, el pasado martes, de Luis García Bañuelos, de 37 años, un presunto traficante de droga perteneciente al clan Bañuelos. Esta organización había atentado en dos ocasiones contra la familia Bañuelos, causando la muerte a Ignacio Bañuelos Lasa, en 1989, y a Ramón Bañuelos Echevarría, en 1988. Según estas fuentes, todo apunta a un ajuste de cuentas por un asunto relacionado con el tráfico de drogas. Sobre las 19.45 del martes una llamada anónima alertó a la Policía Municipal de que se estaba desarrollando una fuerte pelea en el interior del bar El Caserío, en el barrio bilbaíno de Otxarkoaga. Tras desplazarse al lugar de los hechos, los agentes de policía descubrieron a un joven con tres impactos de bala, sangrando abundantemente por nariz y boca. El joven fue trasladado al hospital de Basurto, donde ingresó cadáver. En el interior del bar se hallaron cuatro casquillos de bala calibre 9 milímetros Parabellum y un cartucho sin percutir. Asimismo, la policía encontró entre las ropas del muerto dos pistolas, calibre 9 milímetros corto y 6-35. Según fuentes relacionadas con la investigación, dos personas de mediana estatura, vestidas con chándal y ropa vaquera, fueron las responsables del hecho, aunque han preferido no aportar más información.