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Expectación ante el meteorito caído en una casa holandesa

Isabel Ferrer

La caída de un meteorito de unos 25 centímetros en una casa de la localidad de Enschede, al este de Holanda, ha conmocionado a astrónomos, geólogos y físicos del país por tratarse de la primera masa mineral de estas características que se precipita en este país contra un inmueble en un núcleo urbano y la cuarta identificada desde el siglo XVII.

Las universidades de Utrecht y Leiden, que guardan los fragmentos del meteorito, convocarán ahora una reunión con las personas que contemplaron la caída del objeto para definir el ángulo de entrada en la atmósfera de la Tierra y tratar de determinar su procedencia.

El impacto no causó daños personales y se produjo la noche del pasado sábado, pero los científicos no hicieron públicos sus análisis hasta ayer.

Los fragmentos del meteorito fueron hallados el domingo en un dormitorio por la familia Wichmann, propietaria de la casa, al regresar de un viaje. Al principio la policía creyó que se trataba de piedras corrientes. Su disposición en el suelo y la forma de la brecha de 30 centímetros abierta en el tejado mostraron luego que no habían sido lanzadas desde la calle, sino que habían caído del cielo.

C. Arps, geólogo de la universidad de Leiden, justificó ayer el hermetismo mantenido por su centro y el de Utrecht durante dos días argumentando que había sido la única forma de darse un plazo para ponerse de acuerdo sobre la naturaleza del objeto. "Las posibilidades de hallar un meteorito en una habitación son remotas, y por eso quisimos cerciorarnos, sin presiones externas, en lugar de calificar inmediatamente los restos como material procedente de un satélite", dijo.

Tres precedentes

El meteorito más voluminoso hallado hasta ahora en Holanda pesaba unos 10 kilos y apareció partido en dos en 1843, precisamente cerca de Utrecht. En el mismo período, otro cayó en Brabante y, en 1925, centenares de fragmentos porosos procedentes de un tercero aparecieron en Zelanda, en la costa oeste.Según los astrónomos, todos los días llegan a la Tierra varias toneladas de polvo o porciones minúsculas de aerolitos originados en cometas y asteroides que están en órbita alrededor del Sol. Su llegada pasa sin embargo desapercibida ya que pierden fuerza y velocidad y suelen pulverizarse al chocar contra la atmósfera. Sólo las piezas de gran tamaño logran atravesar la capa protectora de la Tierra para caer sobre la superficie atraídas por la gravedad.

El meteorito más grande censado hasta ahora en el mundo pesa 60 toneladas y está en Howabest (Suráfrica). Data de tiempos prehistóricos y ha resultado imposible trasladarlo o moverlo. Otros varios meteoritos localizados sobre la superficie terrestre pesan entre 10 y 30 toneladas. En 1976, una masa mineral de dos toneladas cayó sobre Manchuria, en la República Popular China.

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