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La reedición de 'Acampada' ha sido una equivocación, según el vicario castrense

Francisco Peregil

El vicario general castrense, Manuel Veiga, ha reconocido que la reedición en 1987 del manual Acampada fue una equivocación. El libro es una guía espiritual para cursillos de formación espiritual de los soldados, que la Oficina del Defensor del Soldado y varias asociaciones feministas han tachado recientemente de machista y trasnochado. Pese a ello, el manual no se va a retirar de las bibliotecas de las capellanías regionales.

En el manual se recogen charlas pronunciadas durante cursillos en las que aparecen afirmaciones tales como "los estudios médicos han llegado a la conclusión de que el 90% de las mujeres son frías"; "el hombre es el que lleva el peso de la casa". Y preguntas como "¿creéis que es admisible ese falso pacifismo, tras el cual se enmascaran muchos jóvenes de hoy, para librarse de cumplir este servicio a los demás?".Veiga indica que el manual no se va a retirar de las bibliotecas de las capellanías regionales, "aunque vamos a revisarlo y a dar la orden de que no se pronuncien esas charlas mientras no se actualice Acampada".

El vicario general castrense reconoce que Luis Martínez, secretario general de la Vicaría Castrense y autor del manual, estuvo "poco afortunado" al reeditarlo. Y añade: "No sólo se pasó al decir que ya lo había revisado antes de reeditarlo, sino que copió al pie de la letra las charlas pedestres de los militares seglares". Veiga disculpa a Martínez, "que prefiere no hablar por ahora". En los rollos -así se denominan en el argot de la Vicaría los conferenciantes aseguran que "la mujer se estropea pronto. Todos recordaréis alguna chica que antes os llamaba la atención, y sin embargo ahora, que ya han pasado algunos años, no es el monumento de antaño". Y añade consejos como: "Supongamos que aún no tienes novia, la de verdad, la de casarse (...)".

Lenguaje atrevido

"Ahora, afortunadamente, no se habla de patria, sino de nación; la gente no es tan machista y nosotros somos los primeros en respetar a los que se declaran objetores de conciencia", dice Veiga. El vicario pone especial interés en señalar que el contenido de Acampada "no es catequesis, y no estamos de acuerdo con ese lenguaje tan atrevido que los seglares militares utilizaron en los años sesenta y setenta".El libro estudia detenidamente todo tipo de situaciones, y explica que la forma más apta para la fecundación requiere tres requisitos: "La penetración del órgano genital masculino dentro de la vagina, la efusión del esperma dentro de la vagina y la retención del esperma por parte de la mujer. Finalmente, añade una advertencia para aviso de navegantes: "Si la mujer cae antes del matrimonio, no es por saciar su apetito carnal, sino por la fuerza de su maternidad, o por el temor de perder a aquel con quien quiere casarse".

El vicario castrense indica que la sociedad española "de aquellos años era bastante machista. Nosotros nos adaptamos a los cambios y somos conscientes de que la mujer juega un papel importantísimo en la sociedad". "No en vano", añade, "fueron ellas las que llevaron a cabo la defensa pasiva de la II Guerra Mundial y las que han logrado avances importantísimos en nuestra sociedad".

Manuel Veiga disculpa al autor del libro y señala que el manual se reeditó "a petición de los militares seglares que contribuyeron al desarrollo de aquellas charlas".

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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