El Gobierno argentino modifica las condiciones para la venta a inversores privados de Entel

El Gobierno argentino modificó por decreto el pliego de condiciones para la venta a inversores privados de la Empresa Nacional de Teléfonos (Entel). El presidente Carlos Menem aprobó las correcciones sugeridas por los sectores más críticos de su partido, pero se negó a despedir de su cargo a la interventora de la empresa, María Julia Alsogaray, hija del líder de la derechista Unión de Centro Democrático (UCD), que aún mantiene su alianza con el Gobierno.Los "peronistas" del Gobierno peronista lograron por primera vez una concesión del presidente Menem frente al avance hasta ahora imparable de los "ultraliberales" que encabeza el grupo Alsogaray, padre e hija. La venta de la compañía de teléfonos es el llamado "caso piloto" de la serie de privatizaciones que el Gobierno pone en marcha. En este mismo año también se liquidará Aerolíneas Argentinas y los ramales más valiosos de los Ferrocarriles Argentinos.

Según el nuevo decreto, el Estado rebaja del 16% al 13% la rentabilidad que asegura anualmente a los compradores y la base de aplicación de ese porcentaje será de 1.900 millones de dólares y no de 3.200, según el cálculo Patrimonial que había hecho la interventora. Los beneficios garantizados se reducen así de tinos 500 millones de dólares al año a 240 millones de dólares. El decreto fija además un mínimo de 3.500 millones de dólares en bonos de la deuda externa de Argentina, además del dinero en efectivo con que se paga la compra del 60% de las acciones. El ganador del concurso público será quien esté dispuesto a ofrecer más cantidad en bonos de esa deuda, que se cotizan al 12% de su valor nominal en los mercados internacionales.

La interventora María Julia Alsogaray concedía además al comprador de la empresa el beneficio por el pago de servicios ofrecidos hasta ese momento y aún no cobrados por la Entel. Esta cláusula también se modificó y, según el decreto, el traspaso de las líneas entre los usuarios titulares se hará sin que la nueva empresa pague por ellos. A pesar de estos cambios, la interventora asegura que no piensa en renunciar y que su permanencia en el cargo depende sólo de la voluntad del presidente Menem.

Los grupos de empresas que compraron el pliego para la compra de la Entel, entre los que se encuentra Telefónica Española, consideran que el nuevo decreto reduce el interés por la inversión de un "gran negocio" a un "buen negocio". Para ellos, canjear bonos de una deuda incobrable por bienes de capital y tener garantizada una renta que les permitía pagar las cuotas del plazo de seis años con el mismo dinero que ganaban, era "una excelente oportunidad".