La resurrección de Gengis Jan
Gengis Jan se convertido ahora para todo el pueblo mongol en el gran héroe nacional y guía espiritual de la democracia. Su figura se ha desenterrado.Gengis Jan, el temible y legendario guerrero, unificó las tribus nómadas y fundó el primer Estado mongol en 1206. Construyó luego el famoso imperio que llegó hasta Europa. Los libros de texto mongoles, revisados por los soviéticos, han desprestigiado su memoria, según afirman los historiadores del país: "La propaganda no ha conseguido eliminar este gran símbolo", opina el jefe lama Gaadan.
En cualquier esquina de Ulan Bator se ven detalles evocando su recuerdo: desde calendarios a retratos, pasando por botellas de licor.
Canciones dedicadas
La pasión desatada ahora hacia el legendario guerrero, ha calado especialmente en los más jóvenes. Un grupo musical llamado Honk (Campana), que ha surgido al hilo del movimiento democrático, ha escrito una canción dedicada a Gengis Jan que entusiasma a los jóvenes.
"Durante todos estos años no tuvimos derecho a hablar de ti. Construímos muchos monumentos, pero ninguno dedicado a ti. Perdónanos y bendícenos", dice la letra de la canción, que tres jóvenes tararean en el auditorio de las Juventudes Comunistas del partido, mientras que desde lo alto del escenario se hace descender el retrato del otrora llamado látigo de Dios.
Desde hace dos años también se ha venido larvando entre los habitantes de Mongolia un sentimiento pacífico por recuperar la cultura perdida. Un buen ejemplo de ello ha sido la reintroducción de la enseñanza de la escritura mongola en los colegios, después de décadas en las que el único alfabeto permitido era el cirílico.
La religión ha adquirido mayor relieve y varios monjes lamas han participado en las acciones de protesta: "Apoyamos sin reserva el movimiento democrático", declara el jefe de la Iglesia budista mongola, el khamba lama Gaadan.
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