_
_
_
_

Una muñeca rosa sobre la cama

No es difícil ver a Josefina Castellví conduciendo un tractor o una Zodiac entre los témpanos, quemando basura o abriendo una zanja. Su trabajo de investigación como bióloga oceanográfica quedó relegado ante el desafío que supone ser coordinadora del Programa Antártico Nacional y dirigir una base en un territorio cuajado de dificultades, inhóspito pero bellísimo.Es una mujer segura y dura, pero tampoco oculta sus dudas o inseguirdades en algunos momentos, escasisimos, en los que se permite relajarse y olvidar su papel antártico. Es entonces cuando dulcifica la voz y se entiende la enorme contradicción aparente de que esta mujer, peleona y autoritaria, mantenga una muñeca vestida de rosa encima de su cama, en el minúsculo camarote que le hace de habitación. "Con mi familia me callo mucho lo que estoy haciendo

Más información
Josefina CastelIví: "La Antártida no es cosa de cuatro locos"

aquí", dice, "porque no se puede entender. Yo en mi vida he lavado más platos que en la Antártida, y eso nadie puede entenderlo".

Ha pasado por momentos de angustia cuando pensó que los módulos de la ampliación de la base nunca llegarían a destino en esta campaña, o cuando uno de los barcos, el Erebus, que tenía que sacar de la isla a los investigadores y técnicos, al final de la campaña incumplió el contrato y dejó al personal colgado.

"Para mí", confiesa Castellví, "ha sido la campña más dura de las tres realizadas, pero también me satisface. Sí, ha sido muy duro, porque yo hago gestión, y además compro ajos, cebollas, el jabón de lavar, contrato a la gente y el barco que nos trae".

Sensación de fortaleza

Castellvi se siente orgullosa cuando recuerda que se atrevió a ser jefa de una baase porque se creía capaz. "No me creo una niñáta, que me vayan a comer los hombres, pero... Una da sensación de fortaleza, pero no hay muchas mujeres que sean jefes de bases. Piensas: "Eso lo controlo", luego están los imponderables... Pero si te pones a cavar una zanja o a tirar del tractor, a ver qué hombre te dice que no... Si yo tuviera un equipo que no me estuviera valorando como mujer, porque en el fondo me están valorando en cada momento... Por eso yo me he metido mucho en las cosas técnicas, la bomba de agua, el generador, la radia, y he aprendido mucho. Esto les impresiona, porque han llegado a la conclusión de que no me pueden engañar. Me lo sé todo".

Quema basuras mientras ve a otros investigar. "Yo no soy ninguna maravilla como bacterióloga, eso lo sé muy bien. Soy una persona que ha trabajado 30 años en bacteriología, pero no he descubierto nada, ni voy a hacerlo. Ese trabajo lo puede hacer otra persona. En cambio, la circunstancia histórica ha hecho que tuviera un tipo de experiencia que te permite que otros avancen. Cierto que a veces, cuando les veo a ellos investigando y yo quemando basuras, me rechinan los dientes, pero ya llegará el día en que el jefe de la base no tendrá que quemar basura

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_