_
_
_
_

Bertolucci: "Mi último filme es tristísimo"

El cineasta ha adaptado al cine la novela de Paul Bowles 'El cielo protector'

Andrés Fernández Rubio

Barnardo Bertolucci confiesa que trasladar al cine una novela como El cielo protector, de Paul Bowles, película que acaba de rodar en Marruecos y Argelia, se convirtió en un proceso doloroso. "Té en el Sáhara me ha hecho sufrir mucho", dice. "En el fondo, ha sido una producción más difícil que El último emperador, por la tristeza terrible de la historia y la enorme ambigüedad de las relaciones que mantienen los personajes".

Té en el Sáhara está basada y condicionada por El cielo protector, cuyos personajes son trasuntos del propio autor y de su esposa, la escritora Jane Bowles. Bertolucci, que anoche habló en Madrid en la Filmoteca Española con motivo de la proyección de El último tango en París, considera que la obra de Bowles es una historia de amor bastante ordinaría entre dos personas extraordinarias. Corresponden generacionalmente a los hijos de Scott y Zelda Fitzgerald; dos fugitivos de la América de la postguerra que en 1947 notan la falta de oxígeno tras la decadencia del glamour de los años anteriores. "Parten a buscar algo nuevo y se encuentran en el norte de África, en el momento de auge del existencialismo", explica Bertolucci. "Van buscando algo que infunda nuevas energías a su relación, que está muriendo. En este sentido, creo que cualquiera se puede identificar con ellos, dos personas que han vivido juntas 10 años, que se han amado y que ya no pueden seguir amándose.El cineasta confiesa haberse interesado por la historia real que mantuvieron Paul, que sigue viviendo en Tánger, ya octogenario, y Jane Bowles, fallecida en una clínica de Málaga: "Para transformar la novela, que contiene excelente literatura, sí curioseé un poco en sus vidas. Porque la novela es muy autobiográfica, aunque él lo niegue. Paul dice que Kit, el personaje femenino de la obra, no es Jane sino que se basó en ella y la reflejó como un pintor refleja a su modelo. La verdad es que me resulta muy difícil hablar de una película que en este momento está en proceso de montaje; llevo tres días con ella y este magma ha de encontrar todavía su orden".MimetizaciónJohn Malkovich, que mañana hablará en la Filmoteca tras la proyección de Las amistades peligrosas, y Debra Winger, son los actores que han trabajado con Bertolucci. El cineasta dijo ayer que con cada uno habló un idioma diferente. Debra Winger consiguió una total, increíble, y profunda mimetización de Jane Bowles, tanto que Paul cuando la conoció en Tánger, se enamoró de ella, como si hubiese recuperado a Jane al cabo de los años Debra se había informado todo lo posible, y la realidad de Jane caló en ella".John se aproximó al personaje" , agrega Bertolucci, "de forma totalmente distinta. Ha aportado a la película su capacidad extraordinariamente cinematográfica de desesperación, pero sin reflexionar demasiado. Debra lo pensaba hasta un instante antes de entrar en escena. Él se negaba; lo único que quería eraque lo empujasen dentro del encuadre. Son dos formas de trabajar opuestas pero que respeto igualmente".Para acercarse a El cielo protector, Bertolucci, de 48 años, ha pasado varios meses en el desierto africano del Sáhara. Contar esta aventura de desencuentros ha costado 2.500 millones de pesetas, en una superproducción que ha terminado siendo de similar envergadura que El último emperador.El sufrimiento de Bertolucel con esta película era contagioso. Cuenta que al final de una jornada en la que rodaron una escena donde los personajes tratan de hacer el amor y no lo consiguen y lloran, una sensación de tristeza se apoderó de todos ellos. El cineasta envió un fax a Londres a su mujer que decía: "Estamos rodando una película tristísima sobre las relaciones entre una pareja separada por un muro invisible". Su mujer no tardó en res ponder: "Mientras tu hablas de una pareja separada por un muro invisible, el muro de Berlín ha caído".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_