La Orquesta Sinfónica Ciudad de Valladolid, en peligro de desaparecer por falta de dinero

La Orquesta Sinfónica Ciudad de Valladolid, creada por el Ayuntamiento en 1982, desaparecerá a finales de este mes si antes no se solucionan los graves problemas existentes para su supervivencia. De momento tiene únicamente fijados dos conciertos, y los días 15 y 31 de marzo se producirán las rescisiones de contrato de los 51 músicos que la integran. El Ayuntamiento, presidido por el socialista Tomás Rodríguez Bolaños, ha señalado en repetidas ocasiones que su intención no es cerrar la orquesta, pero que carece de presupuesto para mantenerla en solitario.

Según el comité de empresa la mala gestión ha acarreado un déficit de más de 130 millones de pesetas en apenas seis años.La continuidad de la única orquesta sinfónica existente en Castilla y León depende ahora del Parlamento regional, pero topa con escollos provincianos. Algunos procuradores del CDS se oponen a que se llame Ciudad de Valladolid y sólo por eso rechazaron la tramitación urgente de un proyecto de ley para crear una nueva entidad que se llamaría Orquesta Sinfónica de Castilla y León Ciudad de Valladolid. Curiosamente el proyecto fue aprobado por el Consejo de Gobierno, en el que figuran dos hombres del CDS, los consejeros de Fomento y Medio Ambiente. El rechazo originó un fuerte malestar en el consejero de Cultura, Javier León (PP), y en las filas socialistas, así como en los sectores centristas vallisoletanos.

Según un estudio económico, el mantenimiento de esta institución supondría más de 200 millones de pesetas al año de los que 160 corresponden a las nóminas de los músicos. En la actualidad lo presupuestado por el ayuntamiento lleva aparejado un déficit anual de 50 millones de pesetas. "Algo que el ayuntamiento no puede asumir", según palabras del presidente de la Fundación de Cultural, el socialista Ángel Velasco. Si las Cortes regionales aprueban, como se espera, el citado proyecto, respaldado por PP, PSOE y parte del CDS, la nueva orquesta trataría de fijar unos baremos de selección que permitieran acoger a los músicos de la orquesta actual que quisieran permanecer, dado que legalmente no es posible transferirlos automáticamente a todos. La entidad adquiriría una dimensión regional y tendría garantizada su supervivencia por el apoyo económico del Gobierno regional. Algo parecido se intentó llevar a cabo hace varios años cuando Junta y Ayuntamiento firmaron un convenio para que la orquesta actuase en toda la comunidad autónoma a cambio de una aportación monetaria del Ejecutivo autónomo.

Dimisión y huelga

Sin embargo, este acuerdo, que contemplaba la realización de unos 40 conciertos al año, no solucionó los graves problemas económicos de la orquesta Ciudad de Valladolid. Su situación llevó incluso a la dimisión de quien hasta ahora ha sido su único director titular, Luis Re Martínez. Previamente los músicos mantuvieron una huelga que anuló un concierto.

El comité de empresa acusa al ayuntamiento de no querer resolver las deficiencias de la orquesta y de irla "dejando morir poco a poco amparado en problemas presupuestarios y en la generación de déficit". Señala en concreto que "a pesar de la falta de medios el ayuntamiento malgasta el dinero en contratar desde enero a un director extranjero con poderes de titularidad para tristeza de los directores españoles". También le acusa de una programación megalómana que supone esfuerzos de todo tipo y millones de gasto por programa aun cuando la plantilla que queda sería suficiente para interpretar a músicos universales como Mozart y Haydn como hemos venido haciendo durante años". Los músicos consideran asimismo que jamás se han respetado sus derechos laborales.

La Orquesta Ciudad de Valladolid ha vívido una lenta agonía casi desde su puesta de largo en marzo de 1982. A la euforia inicial sucedió la dura realidad de comprobar cómo el ayuntamiento era incapaz de hacer frente a un presupuesto muy elevado para sus posibilidades. Los conflictos han sido casi permanente y han motivado enfrentamientos constantes con la gerente Blanca Belloso.