Llueven las críticas a Kohl por ligar la frontera con Polonia con las reparaciones
El remedio propuesto por el canciller federal Helmut Kohl para atajar la crisis sobre la frontera polaca, emparejando el reconocimiento alemán de la línea formada por los ríos Oder y Neisse con la renuncia de Varsovia a reclamar reparaciones por los daños causados por el régimen nazi en Polonia, ha acabado siendo peor que la enfermedad. Abierta la caja de los truenos, las críticas le han llovido a Kohl desde su propio partido hasta el Ejecutivo polaco, pasando por sus socios en el Gabinete, la oposición y la Federación de Expulsados (BdV), que asegura que no le importaría ver caer el Gobierno si el canciller acepta la frontera actual.El más que probable candidato socialdemócrata a la cancillería en las elecciones del próximo mes de diciembre, Oskar Lafontaine, ha añadido, por su parte, un poco más de Pimienta a la ya de por sí complicada situación actual. Lafontaine se ha pronunciado sobre el peliagudo asunto del estatuto militar de la futura Alemania unificada y ha indicado que "es un error que el canciller y sus asesores crean que una Alemania unificada puede permanecer en la OTAN". Para el líder del SPI), hay que ir hacia la creación de "un sistema colectivo de seguridad" en el que estarían integrados todos los Estados europeos.
La postura proneutralista del SPD germanooccidental era un secreto a voces en los últimos meses, especialmente en los círculos del partido más próximos a, Lafontaine. El más que probable contrincante de Kohl en las elecciones generales gusta de proponer abiertamente los temas antes de que sean populares. A principios del pasado mes de diciembre, tras la caída del muro de Berlín y en plena luna de miel entre sus compatriotas y sus hermanos separados de la RDA, fue el primero en oponerse a seguir concediendo beneficios a los refugiados del Este. Poco después, a finales de enero, ganaba arrolladoramente las, elecciones regionales del Sarre, precisamente con el tema de la neutralidad militar por bandera. Una reciente encuesta indicaba que nueve de cada 10 alemanes occidentales están a favor de ésta.
Reacción polaca
Tras la dura e indignada reacción polaca a la propuesta del canciller de encadenar el reconocimiento de la línea Oder-Neisse -por la que Alemania perdió Silesia, Pomerania y Prusia Oriental, al ser Polonia movida hacia el Oeste- a la renuncia de Varsovia a exigir cuialquier tipo de reparaciones de guerra, Kohl, aparece de nuevo a la defensiva.
Heiner Geissler, exsecretario general de la CDU hasta que Kohl le destituyó el otoño pasado, pidió que reconociera inmediata e incondicionalmente la frontera. Más dura ha sido la reacción de sus socios minoritarios en el Gobierno. El ministro de Exteriores, Hans-Dietrich Genscher, indicó que el asunto se va a tratar en la reunión del Gabinete y que su partido no esta dispuesto a seguir a Kohl.
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