Sobre la Escuela de Conservación

En relación con el reportaje sobre el tema de la restauración de bienes culturales publicado en el suplemento de Educación de EL PAÍS del martes 23 de enero pasado quiero hacer constar algunas puntualizaciones:

1. Respecto a lo que en titulares se expresa como tensión con Bellas Artes, tal aserto no creo que responda a la realidad, pues, al margen de las legítimas aspiraciones de esta escuela relativas a una adecuada titulación académica, nuestras relaciones con la facultad de Bellas Artes no ya son absolutamente normales, sino imbuidas, creemos, de un total respeto y espíritu de entendimiento y mutua colaboración.

2. Asimismo, y sin duda como producto de una interpretación errónea, se afirman en el reportaje de referencia dos cuestiones del mismo tenor en relación con el alumnado de nuestro centro, tales como que "muchos licenciados en bellas artes se apuntan a los tres años de la escuela" y que "los licenciados en bellas artes acuden a la escuela y cubren así el 50% de su plantilla estudiantil". Ambas cosas son inexactas por completo, y sobre todo, el segundo aserto deja ver, sin más, lo absurdo de la situación. Es verdadero, y cosa corriente no obstante, que en nuestro centro una gran cantidad de alumnos son licenciados superiores de diversas carreras, principalmente procedentes de las especialidades de historia, arte y arqueología, y que alcanzan en este curso un 25% del alumnado, y también algún caso de licenciados en bellas artes -de la especialidad de restauración o no- que se incorporan a nuestra carrera con el fin de realizar sobre todo alguna de las especialidades no existentes en la facultad, como arqueología o documento gráfico, aspecto éste que en el presente curso representa un 4%.-

Director de la Escuela de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Madrid.