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TRIBUNALES

"La parricida de Ondara" sale en libertad condicional tras dos años en prisión

Ascensión Martínez, conocida popularmente como la parricida de Ondara, ha salido en libertad condicional. Esta libertad sólo está condicionada a que no vuelva a delinquir. Ascensión fue condenada a seis años y medie, por la Audiencia Provincial de Alicante. Dos años y dos meses después del juicio, la parricida ha abandonado la prisión de mujeres de Valencia y ha regresado a Ondara con sus cinco hijos.

"No me sentía presa, porque mi vida anterior era mucho peor", ha declarado Ascensión ante las cámaras de la televisión autonómica valenciana, una vez obtenida la libertad. Para esta mujer, lo más importante ahora es encontrar un trabajo y luchar contra el apodo que la hizo famosa en octubre de 1986, cuando mató a su esposo, Alejandro Herrero, clavándole 11 veces un cuchillo de cocina.El crimen levantó un clima de solidaridad con Ascensión Martínez en el pueblo de Ondara (Alicante). Dos manifestaciones, organizadas por Cáritas y por una asociación de amas de casa, se convirtieron en actos multitudinarios en los que se pedía la libertad para la parricida. El drama familiar que vivía Ascensión Martínez, a causa del carácter y la actitud de su marido, explica esta ola de solidaridad.

El propio tribunal que dictó las sentencia reconoció que Alejandro Herrero "se había convertido en una persona insoportable, insultante, de carácter irascible y provocador" Herrero explotaba a dos prostitutas, de las que obtenía unos ingresos cercanos a las 80.000 pesetas mensuales, según una testigo del juicio. Sólo entregaba en casa mil pesetas a la semana para gastos domésticos. Si Ascensión realizaba trabajos fuera del hogar, la maltrataba y amenazaba.

Amenaza de muerte

Esta situación llevó a Ascensión a matar a su marido, tras una discusión. La madrugada del 2 7 de octubre de 1986, Alejandro Herrero quemó 15.000 pesetas en presencia de su mujer para dar a entender que le sobraba el dinero y que, por esa razón, su mujer no debía trabajar. Más tarde, la amenazó de muerte. Ascensión no le dejó cumplir su amenaza.

El tribunal la condenó por parricidio con la atenuante de obcecación. Los magistrados no aplicaron las eximentes de legítima defensa, transtorno mental y miedo insuperable que reclamó la defensa. Tras conocer la sentencia, Ascensión Martínez reconoció a este periódico que no esperaba la absolución.

La parricida de Ondara ha obtenido la libertad condicional tan pronto, debido a su buena conducta, al trabajo realizado en el interior de la prisión y al cómputo de los seis meses que ya pasó en prisión preventiva antes de la celebración del juicio.

En los últimos meses disfrutaba de régimen abierto. Esto le permitía trabajar en el hospital La Fe de Valencia, y regresar por las noches a dormir a la cárcel. Muchas personas la reconocían y le mostraban su solidaridad, según dijo. El pasado viernes, cuando le comunicaron su libertad, el resto de internas le hizo un pequeño homenaje. En una improvisada pancarta escribieron: "Tú siempre serás libre".

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