El Parlamento Europeo da luz verde a la primera fase de la unión monetaria
F. M., El pleno del Parlamento Europeo debatió ayer en Estrasburgo las dos decisiones del Consejo de Ministros de la Comunidad Europea que se refieren a la convergencia de las políticas económicas y monetarias durante la primera fase de la unión económica y monetaria europea que dará comienzo el próximo 1 de julio.
La votación parlamentaria tendrá lugar mañana, pero existe un consenso previo entre los eurodiputados para que su aprobación esté asegurada.
El Parlamento Europeo había utilizado el asunto de la unión monetaria, que fue devuelto a estudio de la comisión pertinente el pasado mes de diciembre, como arma de presión para expresar su protesta ante la marginación que sufre en la aprobación de medidas ejecutivas en los diferentes Estados miembros. Ante la falta de verdaderos poderes legislativos, las enmiendas del Parlamento Europeo no son tomadas en cuenta, dado que los dictámenes que emite son preceptivos, pero no vinculantes.
La tregua pactada entre los grupos mayoritarios y la Comisión ha permitido levantar el bloqueo.
El acuerdo incluye la aceptación de la mayoría de las enmiendas propuestas, como introducir el objetivo de "un elevado nivel de empleo y el equilibrio exterior" al lado de las prioridades de crecimiento no inflacionista y mayor cohesión económica y social entre los Estados miembros.
Vigilancia comunitaria
Durante la primera etapa de la unión económica y monetaria, la CE ejercerá una vigilancia multilateral sobre la evolución económica de los Estados miembros, que serán objeto de análisis individual y detallado de su situación al menos una vez cada tres años.
Cada seis meses, los ministros de Economía y Finanzas podrán efectuar recomendaciones vinculantes a cualquier Gobierno de la CE.
A partir de la segunda etapa, éstas serán obligatorias y se extenderán a los límites máximos de déficit público, inflación, etcétera. El Parlamento reclama ser informado de estas medidas, así como de los problemas por los que atraviesa cualquier país comunitario.
El comisario Henning Christophersen se mostró abierto a esta concesión, "sobre la que los ministros de Finanzas tienen una buena disposición, con las garantías de respeto a la confidencialidad".
Las enmiendas se refieren también a la obligación de presentar un informe anual sobre los mecanismos para financiar los déficit presupuestarios en los Estados miembros.
Asimismo entra dentro de la lógica la propuesta hecha para que el comité de gobernadores de bancos centrales de la Comunidad Europea, que tendrá un protagonismo destacado en el diseño de la política monetaria de los doce, celebre sus reuniones periódicas "dentro de la Comunidad", en la ciudad suiza de Basilea, como vienen haciendo hasta ahora.
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