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UNA NUEVA ERA EN SURÁFRICA

Varios países africanos piensan relajar el bloqueo político

La liberación de Nelson Mandela puede suponer para Suráfrica una cierta relajación del aislamiento a que está sometida dentro del continente africano, a causa de su régimen segregacionista. En varios países africanos se empieza a considerar incluso el establecimiento de relaciones diplomáticas. "Los países africanos deberían revisar sus relaciones con Suráfrica (...) mediante el restablecimiento de vínculos diplomáticos", dijo en un mensaje radiofónico el presidente de Gabón, Omar Bongo. El presidente de la República del Congo, el marxista Denis Sassou-Nguesso, señaló a su vez que ahora "se puede pensar con tranquilidad en establecer relaciones con Suráfrica".El ministro de Asuntos Exteriores de Costa de Marfil, Simeon Ake, y el presidente de Mali, Moussa Traore, coincidieron en reclamar apoyo continental a la política de De Klerk. "África debería apoyar al presidente Frederik de Klerk, que tiene que luchar contra los blancos radicales de su país", dijo el presidente Traore. En Zaire, fuentes gubernamentales anunciaron que De Klerk se reunirá próximamente con el presidente Mobutu Sese Seko, prosiguiendo los contactos iniciados el pasado verano. La normalización de las relaciones comerciales con Zaire y Costa de Marfil ha sido uno de los objetivos principales del Gobierno de De Klerk.

Presión económica

Existe, sin embargo, coincidencia general en que las sanciones económicas contra el régimen racista de Suráfrica deben mantenerse. Fuentes gubernamentales de Nigeria, Ghana, Senegal y Zimbabue declararon que el cerco sobre el régimen racista debe seguir, y señalaron como objetivos fundamentales la liberación de todos los presos políticos y la retirada del estado de excepción.

Ghana declaró fiesta nacional la jornada de ayer para celebrar la liberación de Mandela, y su Gobierno emitió una nota en la que reclamaba el fin del estado de excepción "y pasos concretos para terminar con el apartheid. Sólo eso dará credibilidad al presidente De Klerk. Hasta entonces", seguía la nota de ese Gobierno izquierdista, "no podemos aceptar que la comunidad mundial suavice sus sanciones o reduzca la presión sobre el régimen racista, sólo por las medidas adoptadas recientemente".

El secretario general de la Organización para la Unidad Africana (OUA), Salim Ahmed Salim, dijo que aunque la liberación de Mandela es un paso hacia la paz, "no hay que olvidar que el objetivo principal es el desmantelamiento del apartheid'. El presidente de Madagascar, Didier Ratsiraka, solicitó una cumbre especial de la OUA con el objetivo de acelerar el proceso reformista surafricano. Ratsiraka remitió un telegrama al presidente egipcio, Hosni Mubarak, reclamando al menos que la asamblea anual de la OUA se adelante a principios de mayo, en lugar de celebrarse en las fechas previstas de julio.

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