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UN MÚSICO DE ESPACIOS

Calvino, Eco y España

La trayectoria artística de Berio ha estado marcada por la estrecha colaboración con varios escritores contemporáneos. Con textos de Italo Calvino, por ejemplo, ha escrito para la escena Allez-hop! (1959), La vera storia (compuesta entre 1976 y 1978, estrenada en 1982) y Un re in ascolto (1982-83, estrenada en Salzburgo en 1984). El tema de la audición se erige en protagonista de esta última obra."Fue el mismo Calvino quien me sugirió la lectura de un bonito ensayo de Roland Barthes sobre la audición. Tras varios intentos de hacer algo con el texto, me alejé del proyecto. Pero Calvino llegó a escribir una obra de teatro muy narrativa. De su pieza seleccioné algunas partes, en las que este rey -que es en realidad un director de teatro- reflexiona sobre su profesión, y las combiné con fragmentos de La tempestad de Shakespeare".

No menos intensa es la relación de Berio con el poeta Edoardo Sanguineti. Con él realizó una de sus más conocidas piezas de teatro musical Passaggio (1963) y más tarde Laborintus II ( 1965) y Recital I (for Cathy) (la cantante norteamericana Cathy Berberian, muerta en 1983, con la que Berio estuvo casado entre 1950 y 1966). Del añó pasado data Canticum Novissimi Testamenti, sobre un texto "muy bonito, pero musicalmente incómodo, hecho de estereotipos, frases coloquiales, eltas, incluso vulgaridades".

Otro gran amor literario de Berio es Umberto Eco: "Nos conocimos en Milán cuando fundé, junto con el compositor Bruno Maderna, el Estudio de Fonología de la RAI [en 1954]. En aquellos años Milán era una ciudad particularmente intensa. Lo descubríamos todo juntos: Joyce, la lingüística, la fonología, la música electrónica, el teatro. Colaboramos en varias obras, por ejemplo Epifania [1961]. Juntos seleccionamos textos de Proust, Joyce, Machado, Sanguinetti, Simon y Brecht que mantienen una relación semántica sobre la idea de árbol. El orden de los textos puede modificarse según las preferencias del intérprete". Una obra abierta, según la teoría de Eco.

Por último, España. Berio confiesa tener con nuestro país una relación "epidérmica" y le brilla la mirada cuando habla de su último descubrimiento geográfico: Granada. Pero no se trata de una relación simplemente turística, sino también artística: ha compuesto obras sobre textos de Alberti (El mar, la mar, 1950;) y Lorca (2 liriche di García Lorca, 1947; Camino, 1951). Se ha hecho cargo de la edición crítica de 7 canciones populares españolas, recogidas por Falla, uno de los compositores que más admira. Y su última sequenza para instrumento solista, la número 11, es para guitarra: "Componiéndola pasé los días más difíciles de mi vida. Quería rendir homenaje al estilo flamenco, y creo haberlo conseguido, transportando la técnica y el estilo de la guitarra flamenca a mi propia dimensión, pero me costó horrores".

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