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UNA NUEVA EUROPA

Kliamkin y el mercado

El polémico estudioso soviético analiza las transiciones en los países del Este

Pilar Bonet

Para el politólogo Igor Kliamkin, uno de los más polémicos teóricos de la transición soviética, el paso de los países del Este de Europa a la economía de mercado se realiza en dos etapas distintas. En la primera, explicó Kliamkin a EL PAÍS, el paso al mercado comienza en el marco de un sistema comunista autoritario y del monopolio del partido. Son ejemplos de ello Hungría en época de Janos Kadar, Yugoslavia en la época de Tito, Polonia con Jaruzelski, la China de Deng Xiao Ping y la Unión Soviética con Mijail Gorbachov.En la segunda etapa, que se inicia actualmente en países como Polonia, el paso al mercado se da en un marco pluripartidista, cuando los comunistas entregan, aunque sea parcialmente, la responsabilidad y el poder. Entonces surge la cuestión de si es posible dar tal paso en el marco de un sistema democrático, habida cuenta de la impopularidad de las medidas que esta transición económica exige.

"No existen ejemplos, pero Poloinia podría ser la primera experiencia positiva, una experiencia única", señala Kliamkin. "Si Polonia no puede pasar al mercado en el marco de un sistema democrático, entonces la transición tendrá lugar en el marco de un régimen autoritario poscomunista. Lech Walesa podría ser un ejemplo del líder autoritario de nuevo tipo. A un líder como él le sería más fácil poner en práctica las medidas de cambio al mercado que a los comunistas, porque, tendrá una legitimidad y un crédito de confianza durante un cierto tiempo", declara Igor Kliamkin.

El politólogo, que trabaja en el Instituto de Economía y el Sistema Socialista Mundial, dirigido por Oleg Bogomolov, fue, junto con Andronik Migronian, objeto de enconadas críticas el pasado verano por su teoría de la "mano fuerte", consistente en la defensa de un período de transición autoritario hacia la democracia.

Poder provincial

Hoy opina que Gorbachov está trabajando en la creación de una base de poder en las provincias, que puede presentarse a las elecciones presidenciales dentro de medio año y cree que la aparición de nuevos partidos no va a perjudicar al PCUS, ya que no aparecerá inmediatamente un adversario.

Para Kliamkin, el poder real está hoy en el partido. El Politburó decide hoy enviar tropas a una u otra parte y controla el uso de la fuerza. En las provincias, el poder del partido es más débil y ahí hay una crisis de poder. Si la situación se desestabiliza en varios puntos al mismo tiempo, no bastará el Ejército, que es "un gigante sólo a primera vista". El peligro real es, según Kliamkin, "el surgimiento simultáneo de algunos focos de tensión".

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Para Igor Kliamkin, una oposición estatal al PCUS podría surgir de una conjunción entre comunistas escindidos del partido y el Grupo Interregional de Diputados. "En su estado actual, el Grupo Interregional de Diputados no es una fuerza de oposición, porque no tiene fuerza real", señala. "Cuando el Grupo arrastre tras sí a varios millones de personas, entonces se podrá mantener un diálogo político con, ellos, sentarse a una mesa redonda y aspirar al consenso", añade Kliamkin

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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